Publicidad

El segmento de plata. ¡¡Por fin!!


      Esperaba este momento como agua de mayo. A nuestra provecta edad cualquier circunstancia que elimine problemas añadidos a nuestra vida nos parece un gran acontecimiento.

    Con “amor y temblor” recibí ayer la llamada de mi centro de salud indicándome que en el día de hoy, a las 13.35, me administrarían la vacuna. Lleno de ilusión me presenté media hora antes de la cita. La consulta estaba vacía de enfermos. Dos sanitarios me atendieron amablemente. Cinco minutos y todo listo. Gracias a Dios.

    Ya tan solo falta que vacunen a mi esposa (es más joven que yo y espero le toque pronto) y que en tres semanas me pongan la segunda dosis. Pero me siento exultante y más reconciliado con el mundo y la maldita pandemia.

    De todas formas la situación no ha cambiado. Tendremos que seguir viendo a los nietos a distancia, renunciado al voluntariado presencial y privándonos de la partida de dominó. Ya queda menos.

    Parece ser que, por una vez, se han preocupado especialmente por esta generación que tanto ha sufrido en los últimos tiempos y que han sido el grupo de población con más fallecimientos a causa del Covid-19.

    Me siento muy reconfortado por la eficacia y prontitud en la atención recibida. Un hurra por las buenas gentes de mi centro de salud. Si no ponen más  vacunas es porque carecen de ellas.

     Ha concluido una etapa de este vía-crucis que está sufriendo el mundo. Ojala llegue pronto la liberación total y la plena normalidad.

 

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.