Publicidad

Memoria biográfica IV: Los planes de desarrollo


Todo lo anterior: Organización administrativa del Estado, Plan de estabilización, apertura económica, legislación industrial, etc., era necesario para salir del estado de postración económica de España; era necesario, pero no suficiente. Para completar lo anterior se precisaba plasmar en planes indicadores a corto y medio plazo que orientaran las inversiones a industrias y lugares preestablecidos  y dar pautas a los emprendedores para instalarse. Así nacen los planes de desarrollo que fijan los lugares, polos de desarrollo y el tipo de industria susceptible de ser generada en tales lugares.     

Los planes de desarrollo que se promueven, en número de tres, actúan como motores de la producción  llegándose al pleno empleo. Las remesas dinerarias de los emigrantes y los ingresos por turismo, en aquel periodo, completan el equilibrio económico y sirven de base en busca del bienestar de los españoles. A título indicativo, hay abundante información sobre el asunto, diré que el primer plan tiene su vigencia entre los años 1964 a 1967. El segundo abarca el periodo 1968 a 1971 y el tercero, entre 1972 y 1975, no cumplió los objetivos propuestos. La crisis del petróleo de 1973 que España no enfrentó en su momento por las circunstancias políticas, pospuso su potencial solución hasta después de la muerte de Franco.

En ese tiempo se moderniza el ferrocarril con préstamos del Banco Mundial y FMI. La modernización consistía en la eliminación del vapor y sustitución por el diesel y la electricidad, así como renovación de la red ferroviaria, coches vagones, estaciones, etc.. Todo ello exigía la formación del personal susceptible de encajar en la nueva situación. Los procedentes de sus escuelas de aprendices fueron actualizados sin gran esfuerzo y cumplieron su papel. Asimismo mejoraron sus cuadros técnicos dando cabida, mediante cursos de adaptación, a los titulados que trabajaban como operarios. Ese fue mi caso. Yo ingresé como Aprendiz en 1953. En 1964 soy jefe de equipo y concluyo mis estudios de peritaje industrial. Financiado por RENFE paso cuatro meses en Madrid, con otros compañeros en mi misma situación, en un curso para agregado técnico ofrecido por lo más granado de los técnicos encargados de la modernización de la empresa. A su término, después del examen correspondiente, soy nombrado agregado técnico, puesto al que renuncié porque me trasladaban a Madrid. Sin más alharacas y reclamaciones, abandoné RENFE. Nunca me arrepentí de tal paso.

En aquellos tiempos se produce un fuerte movimiento cooperativo. El más emblemático fue el de Mondragón. En el año 65 conocí, in situ, a su grupo fundador cuya alma vital fue el padre Arizmendiarrieta quien infundió en un grupo de jóvenes, que trabajaban en la Unión Cerrajera, la inquietud para emprender una aventura independiente. Fundaron Talleres ULGOR, acrónimo de los apellidos de sus titulares. En aquella ocasión departí, además del padre Arizmendiarrieta con Larrañaga, Gorroñogoitia y Ormaechea.  El espíritu cooperativo del grupo Mondragón se sintetiza en esta frase que oí de labios del padre Arizmendiarrieta que en aquellos tiempos tenía fuerza premonitoria: “Socialicemos el saber para Democratizar el poder”.

En Málaga, inspirada en ese modelo cooperativo, se creó CIM, Cooperativa Industrial Malagueña, hoy extinta. La ilusión de un grupo de jóvenes, algunas antiguos alumnos de las Escuelas del Ave María, quien contó con la generosidad  y comprensión de D. Jesús Corchón, su director. El grupo empieza desde cero y poco a poco va creciendo hasta constituir una industria referente en Málaga. Lástima que un proyecto consolidado se malograra.

Siguiendo con la particularización en la provincia de Málaga, promovidas por los párrocos de los pueblos, se crearon cooperativas dedicadas a la confección como auxiliares de industrias como Punto Industrial,  Duratex y otras. Conocí, directamente, la de Cuevas de San Marcos. Según me decían, los sueldos recibidos por las chicas que trabajaban en ella equilibraban la economía del pueblo. (Continuará)

 

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.