En medio de este cenizo que nos asola por la pandemia de la Covid-19 y por la ruina económica que vamos a padecer de aquí a nada, brota el consabido debate “Monarquía-República”.
Sánchez, asolado por el virus de marras y el mosquito del Nilo, solicita a las Juventudes Socialistas una cierta mesura a la hora de hablar sobre la III República.
Pablo Iglesias pide a la Mesa del Congreso la comparecencia del ciudadano Borbón, S.M. El Rey Felipe VI, en una comisión parlamentaria para dar cuenta de las andanzas del Rey Emérito.
Los “vampiros nacionalistas”, republicanos se llaman a los actuales señores feudales, abogan por la Unión de Repúblicas Federales.
Ante el lío que emerge cada día con más frecuencia, GAD3 ha publicado hoy una encuesta sobre el grado de aceptación de una u otra forma de gobierno en España, joder, España.
El resultado es del 56% de ciudadanos a favor de la Monarquía Parlamentaria frente a un 33% que aboga por la III República.
Un servidor ve lógico el resultado pues al fin y al cabo, con sus pronunciamientos y vértigos, la monarquía ha sido ancestralmente la forma de gobierno en España mientras que la Repúblicas I y II, por causas que no voy a “tocar” hoy, sumaron cuatro años de vigencia en todo el recorrido histórico de nuestra nación.
Si a ello le añadimos que es una Monarquía Parlamentaria consagrada en nuestra Constitución y de enorme dificultad si se desea derogar, por no decir imposible, lo mejor es no tocarla en lo esencial.
Lo deseable es dejarnos de aventuras y unir nuestras fuerzas en salvarnos tanto del “bicho” como del desastre económico.
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