Se veía venir que el presentador del telediario nocturno de Antena-3, Vicente Vallés, llevaba camino de convertirse en el hombre fuerte de las emisoras españolas de televisión.
Todo comenzó con una entrevista que realizó hace un par de meses al todopoderoso vicepresidente 2º del gobierno de España, señor Pablo Iglesias, en la que llegó a acorralarlo, hecho ciertamente difícil dada la fluida verborrea que posee el “podemita”.
Los cañones del poder han colocado al veterano periodista en la diana del señor Iglesias que con todo el descaro del que está provisto ha enviado a sus secuaces para arrinconar y rematar, de forma metafórica, al mencionado presentador.
Parece ser que ha dado con un hueso duro de roer a pesar de que la tropa, encabezada por el portavoz Echenique, ha iniciado un torrente de difamaciones que pretenden horadar el buen hacer del citado presentador.
No se achanta fácilmente Vallés ante el caudal de difamaciones que la tropa podemita le arroja últimamente, sino que se crece y el espectador, no sectario, se da cuenta del acoso a que está sometido.
Es por ello que hoy las famosas redes sociales están a reventar con un slogan en el que se puede leer “yo también soy Vicente Vallés” que un servidor, por ahora, lo hace propio.
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