Sin darnos cuenta cada día que pasa estamos un poquito más “majaras” o al menos nos toman por imbéciles, lo peor sería que lo fuéramos.
Resulta que una denuncia de un ciudadano corriente -pero con un “par”- ante la jueza Carmen Rodríguez Medel ha provocado un torrente de noticias que ha inundado este insólito martes.
La querella se sustenta en aquel famoso 8-M de marras permitido por Franco, PSOE y gobernador civil de Madrid a la antigua usanza, por su posible encogimiento de hombros ante la posibilidad que el covid19 hiciera estragos entre los asistentes a la tristemente famosa manifestación.
De manera que por orden judicial se mandató a los servicios de la Guardia Civil a investigar ese “movimiento de hombros”. Enterado Marlaska del envite de su compañera, preguntó al coronel de la Benemérita Pérez de los Cobos -aquel que en su día marchó a Cataluña a “apaciguar” el 1-O- por la investigación comentada.
El coronel se negó, como está mandado, a soltar “prenda” ya que solamente la jueza es competente en ello. Fulminado como “el rayo que no cesa” por falta de confianza por el juez-ministro. En un acto de solidaridad, el teniente general de la Benemérita, señor Laurentino Ceña, ha presentado su dimisión ante el “jefe” de Interior, y santas pascuas.
En su comparecencia ante otra rueda de prensa, y van “mil y pico”, Marlaska ha anunciado a bombo y platillo, sin pudor alguno, el aumento de paga a la tropa verde que calza tricornio en momentos sublimes, y punto y pelota.
Junto a lo anterior tenemos esta otra “buena” noticia: por primera vez en la historia el pago de pensiones se ha reducido en 38.000 beneficiarios que han dejado de existir, bastantes miles de ellos por la maldad del “coronavirus”.
Tengo un pedazo de pena que me va a hacer estallar el corazón.
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