Publicidad

La buena noticia. Quince familias


     El pasado viernes incorporamos a la ONG con la que colaboro quince familias en riesgo de exclusión social.

      Me imagino que esta situación le preocupa muy poco a los dirigentes políticos de nuestra querida España. Bastante tienen con organizar unas nuevas elecciones que les permitan seguir aferrados al sillón, al poder, al prestigio y, como no, al dinero.

     Estamos en plena recesión. Los expertos así lo recogen en función de los parámetros actuales. Sin embargo, los bares del centro, los restaurantes de todo tipo y la proliferación de lugares de entretenimiento, dan una imagen de nuestro país muy lejana a la realidad. Los millones de euros se reparten a gogó entre la gente del  fútbol y corren entre los traficantes de personas y de estupefacientes. Mientras, los españolitos de a pie han comenzado a vender y comprar artículos de segunda mano. Por otra parte los “influencers” de las redes, siguen maleducando y mantienen engañados a nuestra juventud con la difusión de unos valores funestos.

   Un hecho. Nos han llegado las quince familias sin recursos, que dan título a este artículo, derivadas desde los servicios sociales y posteriormente una más desde el materno infantil. Son muchas. No es una casualidad. Cada día hay más ricos y como contrapartida más pobres. Esas cifras que se manejan en las estadísticas nos hablan de cruceros, pisos de lujo y estrellas Michelin; caídas en la producción, déficit en las grandes cuentas del estado y aumento del desempleo. Yo diría como Ortega y Gasset: no es eso, no es eso”.

   Los políticos no entienden el mensaje del pueblo que los suspende una vez tras otra. “Menos manteles y más comida”, decía mi tío Enrique. Los emigrantes, los parados, los jubilados y tantos otros “sufridores” de nuestra sociedad gritan sin grandes aspavientos que se pongan al tajo en vez de dilucidar si son de izquierda o de derecha; si son galgos o son podencos; si hay que enterrar o desenterrar a Franco.

    ¿Donde está la buena noticia de hoy? Es muy sencilla. El martes atenderemos a esas 16 familias ofreciéndoles leche, potitos, cereales, zumos, toallitas y pañales, como llevamos haciendo con otras desde hace diez años. Gracias a Dios, a las fundaciones bancarias, a los servicios sociales del ayuntamiento, a los socios y a los voluntarios, a lo largo de esta década hemos atendido a unos 200 niños de media en sus necesidades básicas y en la formación de sus madres.

    Al final tenemos que estar contentos. Pero estaremos mucho más satisfechos el día en que haya trabajo para todos, los ricos sean un poco menos ricos y los pobres bastante menos pobres. Desgraciadamente siguen conviviendo “epulones y lázaros”.

 

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.