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La otra mirada. Biblioteca Pública “Antonio Garrido Moraga”


No hay nada más peligroso que una mujer o un hombre con un libro en las manos.

Por eso, desde la antigüedad hasta nuestros días, la quema de libros ha sido un hecho recurrente: la Biblioteca de Alejandría, la quema de manuscritos nazaríes llevada a cabo por el Cardenal Cisneros, el Bibliocausto ejecutado en Bebelplatz por el régimen nazi o la más reciente quema del mandatario turco, Erdogan, que ha enviado a la hoguera 300.000 libros “subversivos”.

Asistir a un acontecimiento tan argénteo, como es la inauguración de una biblioteca, en este caso la de mi pueblo, Alhaurín de la Torre, bajo el germinativo nombre de “Antonio Garrido Moraga” (áureo escritor, portentoso maestro y elocuente intelectual de prodigiosa palabra iluminada), supone la metáfora perfecta de la esperanza en el ser humano porque, tal y como afirmaba el último poeta romántico alemán, Heinrich Heine: “Donde se quiere a los libros también se quiere a los hombres”.

Joaquín Villanova, alcalde de la localidad, se ha empeñado en ello hasta conseguirlo, bajo la presencia de Juan Manuel Moreno, actual presidente de la Junta de Andalucía, después del continuado desaire de casi cuarenta años, tiempo en el que ningún presidente autonómico hubo considerado necesario visitar la localidad alhaurina.      

Inaugurar una biblioteca, catedral de la cultura, es ofrecer certidumbre, ilusión y expectativas a la ciudadanía, porque, como escribió Voltaire: “Todo el mundo conocido, con excepción de las naciones salvajes, es gobernado por los libros". Ahora, si la torpeza, cuando no el interés personalista, del grupo político Ciudadanos lo permite, hay que acabar por inaugurar el Teatro Municipal.

Fue Federico García Lorca quien, con motivo de la inauguración de la biblioteca de su pueblo natal, Fuente Vaqueros, en el año 1931, dijo: “No solo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro …/… Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan …/… ¡libros!, ¡libros!, he aquí una palabra mágica que equivale a decir “amor... amor…”, y que debían los pueblos pedir como piden pan”.

Esto decía Federico, y yo agrego: ¡libros, …libros!, para propiciar la cultura sobre la que se ha venido construyendo lo mejor de nuestra sociedad y nuestra historia, pues gracias al Humanismo y a la imprenta de Gutember pudimos abandonar la oscuridad y las tinieblas de las cavernas del Medievo que venían de la mano del analfabetismo: con el libro logramos la Edad Moderna, la Ilustración y el Siglo de las Luces. Libros, para espantar los fantasmas de la intolerancia; libros, para habilitar a la ciudadanía con las herramientas necesarias para construir una sociedad más inclusiva, más igualitaria, más solidaria; en definitiva, libros, para alcanzar una sociedad de mujeres y hombres absoluta y realmente libres.

 

 

Comentarios
  • Juan José Mestanza García

    10 September 2019

    Excelente artículo de José Sarria sobre la nueva biblioteca de Alh. de la Torre.

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