No piensan o lo hacen mejor que nadie; vaya usted a saber.
Son extraños seres. Se sienten felices.
Son dibujos desnaturalizados de la imagen que representan. En su “normalidad” ven como extraños a aquellos que preguntan a la vida por la vida.
Se encuentran por todas partes, pero de una manera especial en la vida que llaman pública y es exclusivamente de ell@s.
Son partículas de la atmósfera que respiramos.
Vencen en todos los combates. Es imposible hacerles frente.
No conviene malvivir con ell@s en su atmósfera, pero hay que emerger a la vida en contados momentos.
Por ejemplo, hoy.
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