De hoy a tres semanas sabrán ustedes quiénes les van a gobernar. Un servidor no introducirá sus mofletes en tamaña aventura porque al “nene” no hay quien lo gobierne.
El estar excluido de insultos, por voluntad propia, es lo que me proporcionará el sentirme totalmente libre para analizar, a mi modo, este tránsito a una nueva gobernanza, que en sus preludios -el hermoso “hoy”- se encuentra enfangado de porquería.
Tal como está el “patio” todo parece indicar que Sánchez puede ser el ganador de la fiesta, aunque necesitará, dicen los expertos, de “Unidas Podemos” y sus rancias y mermadas confluencias, además de la inclusión de fuerzas nacionalistas e independentistas, o sea, de los vampiros que chupan buena parte de nuestra “calderilla” para ellos vivir de lo lindo.
Frente a ellos, el llamado “trío de Colón”, a saber: Pablo, Albert y Santiago intentarán, cada uno a su manera, convencernos que la salvación de España depende de ellos.
Los vascos y vascas solicitarán que militares y polis se vayan de su territorio, al tiempo que Torra anda intentando la formalización de una especie de guardia pretoriana formada por veintidós mossos que, a modo de aquellos trescientos espartanos, les cubra las espaldas.
Se solicita por algunos un referéndum para cambiar la Constitución del 78 a fin de que la ciudadanía opte por República o Monarquía; ganas que tiene el personal para “joder la marrana”.
Seguiremos en próximos días, analizando el viacrucis, por aquello de la coincidencia entre las dos Semana de Pasión que se avecinan.
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