Sí, ya sé que a una gran mayoría les importa un bledo que “la Villalobos haya dejado la política”; hasta me atrevo a afirmar que muchos de “sus niños y niñas” se han alegrado de ello, no digamos sus adversarios de dentro y fuera.
Allá por el año 1995, cuando un servidor la definía como “la dama roja del PP” por estar de acuerdo con el matrimonio gay o la ley del aborto, ella fue multada por la tropa de la derecha al tiempo que ganó en las elecciones municipales a la alcaldía de Málaga.
En aquel año tuvo lugar la llamada “batalla de Málaga” en la que los ejércitos de PP, PSOE, PCE y PSA estuvieron comandados respectivamente por Celia, Eduardo Martín Toval (D.E.P.), Antonio Romero y Miguel Ángel Arredonda.
“La dama roja” obtuvo 15 concejales (uno menos de la mayoría absoluta), Romero alcanzó 9 ediles y Martín Toval 7 de ellos; Arredonda (PSA) no alcanzó representación municipal y dimitió como Secretario General del PSA.
Las cúpulas de PCE y PSOE no supieron o no quisieron ponerse de acuerdo para sumar la cifra mágica de dieciséis concejales (mayoría absoluta) y por arte de birlibirloque Celia sentó sus reales en el trono de la alcaldía con De la Torre como número dos.
En 1999 “la Villalobos” obtuvo una holgada mayoría absoluta y consiguió que el PP “reinara” en Málaga y provincia. Tentada por Aznar dejó la alcaldía y pasó a ser ministra de Sanidad, eran los tiempos de “las vacas locas y del espinazo”, y De la Torre ocupó la alcaldía que todavía ostenta con mayorías absolutas y pacto con C´s.
Son veinticuatro los años que el PP tiene el bastón de mando desde que la tan denostada y popular Celia venciera en aquellos lejanos comicios; creo que es bueno no olvidarlo.
La relación entre la alcaldesa y el columnista fue excelente a pesar de nuestras diferencias ideológicas; por ello me atrevo a sugerir a sus “niños y niñas” (entre ellos se encuentra el actual presidente de la Junta de Andalucía) que organicen un merecido homenaje a la citada dama.
Lo merece.
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