Publicidad

Un canto a la vida


     La sorpresa de los premios Goya, celebrados ya hace días, ha sido la concesión del primer premio a la película “Campeones” protagonizada por discapacitados físicos y psíquicos.

    Pero lo más llamativo han sido las palabras pronunciadas por uno de los protagonistas  Jesús Vidal,  ha agradecido a sus compañeros y al director la película que le ha permitido su actuación y que además es un escaparate que demuestra hasta donde son capaces de llegar estas personas.

    También se ha dirigido a sus padres a los que les ha dicho “A mí me gustaría tener un hijo como yo, porque tengo a unos padres como vosotros”.

     Pero dijo algo más y son tres palabras que señalan en cierta medida las barreras a que a veces se ven sometidos y que piden que se rompan: inclusión, diversión y visibilidad

    Nuestras “avanzadas sociedades”, desde hace ya muchos años,  evitan el nacimiento del discapacitado cuando el análisis que se hace a las embarazadas en los primeros meses de gestación, indica que el niño que esperan padece una discapacidad.

    Islandia desde hace bastante tiempo está en el ranking  de las naciones en las que no nace ningún niño con síndrome de Down y por este camino se continua.

   Nuestro mundo abrió hace ya bastantes años la “caja de los vientos” respecto a la discapacidad, después han seguido otras decisiones como la eutanasia que lleva años vigente en países como Holanda y Bélgica.

   Esta película ha expuesto de forma expresa como personas con discapacidad pueden ser útiles y  lo que es más importante, tienen derecho a nacer y a vivir sin rechazo, a pesar que a veces se produce.

   Este rechazo no hace falta que sea expreso puede manifestarse simplemente con la mirada, me acuerdo que en más de una ocasión, cuando trabajaba hace muchos años  con discapacitados con síndrome de Down, en algún momento algunos me habían dicho, ¿Por qué nos miran tanto algunas personas cuando vamos por la calle?, por eso habla Jesús Vidal de la inclusión.

   El derecho a nacer fue debatido en Francia hace ya bastantes años en la llamada sentencia Perruche, esta fue consecuencia de la demanda de unos padres que reclaman al médico y al hospital por no haber advertido a estos que el niño que iba a nacer presentaba una discapacidad.

    De haberlo sabido habrían abortado; el tribunal estima como valido el derecho a no nacer cuando al examinar las ecografías de Nicolás, su hijo, las deficiencias que padecía el niño no fueron tomadas en cuenta y que, en ese contexto, reconoce el derecho de los padres a percibir una indemnización. 

    Esta sentencia fue muy polémica y aún continua pues hay algo inédito,  es el reconocimiento de derechos del embrión, pues la segunda demanda la hacía el propio Nicolás, si el embrión se le considera persona y tiene derecho a no nacer, habrá que reconocer también que tienen derecho a nacer, los embriones no nacidos que al ser abortados han sido privados de este derecho   

    Este fallo de la Corte de Casación francesa similar a nuestro Tribunal Supremo creó jurisprudencia en Francia, sin embargo ha sido duramente criticado por el grupo de demócratas discapacitados, arguyen que con sus pronunciamientos “la Corte reconoce explícitamente que es mejor estar muerto antes que nacer con una deficiencia”.

  La película “Campeones” es un alegato a la vida lo cual es de agradecer, ya que pone de manifiesto lo que son capaces de hacer estas personas con discapacidad cuando se les deja nacer.

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.