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El segmento de plata. La radio


    Desde pequeño yo estaba tan enamorado de la radio que estaba deseando jubilarme para dar rienda suelta a mis deseos de comunicarme a través de las ondas. Por eso llevo ya un montón de años en los que la radiofonía da sentido a mi vida.

     Ayer fue el día mundial de la radio. Lo inicié escuchando con fervor las palabras de la hija de Marconi en la COPE. Debe tener muchos años. Pero su voz llegaba vibrante desde Italia a mis oídos. El milagro era consecuencia de los descubrimientos de su padre. Después participé de un largo espacio radiofónico en el que hablamos de añoranzas.

    La radio ha acompañado, acompaña y acompañará mi vida. Desde mis primeras audiciones en una radio grande y llena de bombillitas de mi infancia jiennense, hasta el pequeño artilugio que llevo en unos de mis bolsillos y me introduzco en el pabellón auricular apenas tengo posibilidad de ello.

    Jamás olvidaré mis inicios como tertuliano en aquella Onda 8 de Cártama, con Paco Linares, María José, Antonio Linares y mi buen amigo y maestro Antonio Ismael, allí me curtí en las Ondas con contertulios de talla tales como Alejo García. Después, mientras estudiaba periodismo me incorporé a las tertulias de Procono, donde llegue a presentar y dirigir un programa sobre los emigrantes,  y de allí el salto a Popular Tv. y, finalmente a Onda Azul, hoy Canal Málaga. Allí llevo cinco años haciendo radio y televisión solidaria.

     El micrófono me hace sentirme feliz. Me relaciono con montones de personas de diversa procedencia y me permite transmitir mis deseos de la búsqueda de un mundo mejor. Yo, que he dedicado todo el tiempo libre de mi vida a intentar transmitir los valores del Evangelio, he descubierto que la radio es un medio que llega, desde el respeto, a la mente de personas de toda índole y creencias. Siempre desde un lenguaje directo y sin recovecos. Abierto y sencillo.

    Solo me falta cumplir uno de mis deseos. Hacer radio de noche. Una especie de teléfono de la esperanza nocturno y abierto. Al estilo de los mejores tiempos del “hablar por hablar”. No se si lo conseguiré. Pero ahí lo dejo.

    Entre tanto mis felicitaciones a los enamorados. Estar enamorado es vivir en el amor. No solo de pareja, sino con cualquier otra persona que lo necesite. Por eso creo que no se escapa nadie. Pensar con quien vivís el amor verdadero, padres, hijos, hermanos, amigos, vecinos, lo que sea. Y decídselo. No os calléis, por favor.

    Os paso el enlace del programa que hicimos ayer en la radio. Creo que vale la pena escucharlo para avivar nuestra nostalgia.

canalmalaga.es/malaga-al-dia-2a-hora

 

 

 

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