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La otra mirada. Un teatro para Alhaurín de la Torre


Escribió el eminente científico mexicano, José Sarukhán, que: “Cultura es sinónimo de civilización y progreso intelectual”. La cultura es la herramienta con la que posibilitar una civilización en continuo avance. Cultura es la miscelánea de conocimientos y saberes que habilitan a la mujer y al hombre para convertirse en un ser capaz de reflexionar, de cuestionar, de tener capacidad crítica propia, alejado de su animalidad primigenia.

Hoy, que el mundo se precipita hacia un futuro incierto, en donde cancerberos como Donald Trump o Vladimir Putin auguran una larga noche oscura en la que impere la mediocridad, la zafiedad y el chabacanismo, es preciso que rescatemos el amor por la cultura y por los libros como antídoto frente al derrumbe moral que se nos viene encima, tal y como afirmaba Voltaire: “Todo el mundo conocido, con excepción de las naciones salvajes, es gobernado por los libros". También, Federico García Lorca, señalaba esta misma senda, en el discurso que pronunciaba en Fuentevaqueros, con motivo de la inauguración de la biblioteca de su pueblo natal: “No solo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos …/… ¡Libros!, ¡libros!, he aquí una palabra mágica que equivale a decir “amor, amor”, y que debían los pueblos pedir como piden pan”.

Viene todo esto a colación, porque las miras cortoplacistas de algunos políticos de CIUDADANOS les han llevado a proponer la anulación de la partida de tres millones de euros destinada a la construcción de la infraestructura cultural del Teatro de Alhaurín de la Torre, como condición para dar su apoyo a la aprobación de los presupuestos de la Diputación Provincial. Lamentable que existan políticos cuya alternativa ideológica se sustente en la pueril argucia de acumular palos en las ruedas del adversario político, poniendo en riesgo cuestiones tan fundamentales, en la conformación social, como es la cultura. Ya lo dijo Goethe: “No hay espectáculo más terrible que la ignorancia en acción”.

CIUDADANOS se enfunda su traje de bombero para luego actuar como un pirómano; simboliza, según el aforismo de Woody Allen, a políticos de carrera, cuya vocación es hacer de cada solución un problema. Pensar y, lo que es peor, justificar que una ciudad como Alhaurín de la Torre no precisa de esta infraestructura cultural acorde a su actual población, es tanto como empecinarse en la torpeza.

Torpeza o teatro: “Teatro, lo tuyo es puro teatro”, como cantara La Lupe, cuya pantomima acabaremos pagando los alhaurinos. Pero, no olviden que por cosas menores algunos han cavado su tumba política.

 

 

 

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