El solsticio de invierno en el hemisferio Norte siempre ha tenido un significado especial, como sabemos en esa fecha se produce la noche más larga del año y el día más corto, después los días se van alargando.
Muchos pueblos han celebrado este renacimiento del Sol que aparece con más fuerza y vence a la oscuridad, este fenómeno ha sido motivo en los pueblos antiguos para realizar celebraciones, para algunos de ellos es la llegada del “Rey Sol”
Occidente celebra en estas fechas las Navidades que son fruto de la tradición cristiana mantenida a lo largo de los siglos, no voy a entrar en ella pues es suficientemente conocida, me voy a fijar en las fiestas algunas desaparecidas y otras que todavía permanecen en algunos países.
Roma celebraba las fiestas saturnales en honor del Dios Saturno, se celebraban entre el 17 y el 23 de Diciembre aunque posteriormente se ampliaron hasta el día 25, el final de las fiestas coincidía con el solsticio de invierno.
También se conmemoraba la finalización de las actividades de siembra en el campo, empezaban con un sacrificio de animales en el templo de Saturno y se hacía un gran banquete en el que participaba todo el pueblo, se encendían velas, se decoraban las casas y a los esclavos se les daban raciones extras de comida.
Los judíos celebran la Januca a final de Noviembre, el motivo es el milagro del candelabro, según la tradición estuvo encendido ocho días sin apenas tener aceite, solo lo había para una de las luces.
Durante estos días de fiesta existe la costumbre de encender un candelabro de nueve brazos denominado “Januquia”, ocho brazos corresponden a los días que estuvo encendido al que se añade un brazo piloto.
Japón tiene también una fiesta muy antigua, es el Kenkoku Kinen-no-hi, esta se celebraba el día 29 de Enero que se correspondía con el nuevo año lunar, se pasó después al 11 de Febrero, conmemoran la fundación de la nación japonesa y de la sucesión imperial, su primer emperador Jinmu que estableció la capital en Yamato en el año 600 a de C.
Se celebraba con grandes desfiles y festivales, actualmente se hace de forma más discreta pues fue abolida después de la II Guerra Mundial y se repuso en el año 1.966.
Los aztecas también celebraban el solsticio de invierno, los habitantes del Valle del Mexico se preparaban para recibir al “Niño Sol”, venía a coincidir con la Navidad. Empezaba el día del solsticio por la noche y el día que seguía.
Comenzaba la fiesta con una carrera, un corredor muy veloz llevaba en los brazos una figura del Dios Huitzlopochtlj (Dios sol) confeccionada con amaranto y llevaba en la cabeza una bandera de color azul
Había fiesta en todas las casas, se invitaba a todo el que iba y se les entregaban unas estatuillas hechas de maíz, tostado y molido y mezclado con miel negra.
En el Norte de Europa los lapones celebran la llegada de la diosa Beiwe a la que consideran la protectora del Sol.
Según su tradición esta Diosa camina por el cielo sobre huesos de reno lo que provoca según ellos el nacimiento de las plantas, la fiesta de Beiwe que se sigue celebrando, ha sido después el origen del Festival del mismo nombre.
Ha sido precursora posteriormente de “Papa Noel”, San Nicolás que era un sacerdote generoso hacía ofrendas a toda Laponia, al final fue nombrado obispo, actualmente tiene tal renombre que todo el mundo celebra la llegada de Papa Noel que trae numerosos regalos que se entregan el día de Navidad.
Han existido mas fiestas en países como por ejemplo en Pakistán y Persia, comprobamos que el solsticio de invierno siempre ha sido motivo de júbilo en diferentes culturas, el paso de la noche más larga al día más corto y ver como la duración de los días se iba ampliando ha sido el origen de estas celebraciones, existía además la creencia que aumenta la energía positiva.
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