Montero ha venido a sustituir a Montoro en Hacienda. Ambos andaluces tienen como misión sacarnos hasta el forro de los pantalones a fin, deseo creer, de que la ciudadanía viva algo mejor. Ahí es donde me siento totalmente anarquista, o sea, no tengo necesidad de gobernanza alguna para andar “dentro de un orden” por esta selva llamada sociedad; pero como existen caraduras por doquier que viven del cuento y a costa de los demás no nos queda, a los “sin gobierno”, más remedio que plegarnos a lo que el mandamás de turno ordene.
Estéticamente -por favor, no me tilden de machista- hemos ganado un rato largo, pero como el de Jaén y la de Sevilla no tienen más misión que la de recaudar dinero contante y sonante, de ambos podría afirmarse que son primos hermanos.
De Montero me ha molestado un poco -ya casi paso de todo- eso de que no se van a subir los impuestos sino a inventarse otros nuevos, ya sabe, a los del famoso Ibex, Bancos, Grandes Empresas, etc., que no lo duden repercutirán en este sencillo y sumiso ejército de paganinis que abona euros sin rechistar.
Y es que pagamos por nacer y hasta por morir, no digamos por fumar y beber, como maldición también lo hacemos por el pan nuestro de cada día -aunque ahora se use el congelador y nos evitamos tener que ir a menudo a la panadería-, ya digo por todo: por entrada y salida de carruajes, por tirar la basura, por guardar el ahorrillo en el banco de turno, aunque por Málaga a más de un alcalde axárquico le han pillado con los fajos de billetes debajo del colchón.
Pagamos porque no creemos en lo gratis, lo que se da “porquesí”.
Creo que nos está bien empleado.
José García Pérez
Gracias, amigo.
Un beso
Ignacio Hernández
Querido Pepe:
Profesor de la palabra y amante de la vida con palabras.
Gracias por la lectura que le das a la VIDA.
Ignacio Hernández.