La Historia en la memoria

Los primeros rudimentos de Historia de España me los enseñaron a principio de los años cuarenta. Aprendí que los hombres primitivos vivían en chozas y cavernas, que los iberos y celtas poblaron nuestro territorio; que de la unión de los dos pueblos surgieron los celtíberos. Aprendí que los fenicios y los griegos fundaron colonias en el Levante y sur de España de las que nacieron Cádiz, Málaga, Adra….

Los cartagineses procedentes del Norte de África se asentaron en nuestras tierras y dirimieron la hegemonía con Roma que acabó con el poderío cartaginés dividiendo la península en tres provincias: Tarraconense, Bética y Lusitania. Dos siglos necesitó Roma para pacificar Hispania definitivamente.

Los bárbaros del Norte, después de aniquilar las legiones romanas, llegaron a Hispania en sucesivas oleadas: suevos, vándalos, alanos, visigodos… dominando la península hasta que, sus divisiones internas, posibilitaron la invasión musulmana que conquistó la península, salvo un pequeño reducto en Asturias. Desde él, se inicia la reconquista que duró ocho siglos, durante los cuales se fueron creando Reinos cristianos dispersos, unificados a finales del siglo XV por los Reyes Católicos. La conquista de Granada puso punto final a la invasión sarracena.

El Descubrimiento de América, el desposorio de su hija Juana con Felipe de Austria propició el imperio resumido en el dicho: “en España no se pone el sol”, que en su recorrido durante las 24 horas de día siempre iluminaba un territorio perteneciente a la corona española. La dinastía de los Austria, iniciada con Felipe I, se extingue con la muerte, sin sucesión, de Carlos II el Hechizado ocupando  Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia, el trono de España. Con él se inaugura la dinastía de los Borbones a principios del siglo XVIII, con el interregno de la I República y el leve reinado de Amadeo de Saboya, llega hasta su paralización por la marcha de Alfonso XIII en 1931 y la proclamación de la II República, derribada por el Alzamiento de 1936 con la victoria militar de los alzados, que culmina en un largo periodo de Franco como Jefe del Estado.

Hasta aquí la síntesis histórica de lo aprendido en la década de los cuarenta, completada en los 50 y ampliada con lecturas de autores diversos, después.

Lo paradójico del caso es que, habiendo tenido una aproximación histórica, en un régimen autoritario y dictatorial, fue corroborada por los estudios y lecturas posteriores y es, paradójicamente en democracia, con el régimen de las autonomías, cuando se particulariza y tergiversa, con procedimientos espurios, la Historia.

La mirada retrospectiva con el recuerdo, es propio de la 9ª década de vida en la que estoy.