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Ciencia y creencias


      “La Mente de Dios, la Base Científica Para Un Mundo Racional” es un libro escrito por el científico Paul Davies, analiza el controvertido tema de la existencia de Dios, pues desde hace siglos se discute su existencia basándose en las investigaciones y avances de la ciencia,  se ha extendido desde hace muchos años la idea de que Dios no existe, ya que no es posible demostrar su existencia.

     La ciencia basada en el empirismo solo reconoce aquello que se puede verificar, medir, comprobar, etc.. y la existencia de Dios desde este punto de vista no es demostrable pues se mueve en otro ámbito, no obstante voy a señalar la visión de algunos de los grandes científicos sobre este asunto.

    Francis Bacon que vivió entre  1561 -1626 fue un científico, filósofo, político, abogado, juez, poeta y escritor británico. En el área científica se le recuerda como una de las figuras más destacadas en la formación del método científico y el razonamiento inductivo junto a René Descartes,

    Escribió “Meditationes Sacrae” (Meditaciones sagradas), manifestaba “El conocimiento es poder”, se refería al poder de Dios, pero lo ratifica en su tratado “De Haeresibus”, señalaba en un largo párrafo: “Erráis, ignorando las escrituras y el poder de Dios” [Mt 22, 29]

   Nicolás Copérnico, que por cierto era sacerdote, fue el descubridor de la teoría heliocéntrica y puso los cimientos de la astronomía moderna, antes de su descubrimiento se consideraba que la tierra era el Centro del Universo.

     Copérnico afirmo que nuestro mundo es un planeta, el tercero después del Sol y gira alrededor de este, descubrió la duración de los años en la mayor parte de los planetas del sistema solar y otras características, pero demoró la publicación de su obra hasta estar en el lecho de muerte ya que era una autentica revolución pues desmontaba las teorías existentes.

    A pesar de ello sus investigaciones afirmaron más sus creencias sobre la existencia de Dios, sabía muy bien la diferencia entre el Dios verdadero y las caricaturas que hacían otros de su imagen.

     También otros científicos como Kepler, Galileo y Newton creían en la existencia de Dios y así los afirmaron en sus escritos.

     El  desarrollo espectacular de la ciencia a lo largo del siglo XX en todos los campos permitió inferir a muchos que la idea de Dios estaba fuera de todo pensamiento científico, es decir no existía, sin embargo bastantes científicos fruto de sus investigaciones pusieron de manifiesto que esa idea era incierta.

     La investigación sobre la existencia de Dios ha planteado una serie de interrogantes que de alguna forma nos llevan a reforzar la creencia de su existencia

      El primero de ellos se deduce de la observación del Universo, los avances de la Astronomía han puesto de manifiesto que está regulado por una serie de leyes muy precisas como la gravedad, el electromagnetismo, la interacción nuclear….

     Albert Einstein, el científico más importante del siglo XX demostró su disconformidad sobre la mecánica cuántica, con una famosa frase: “Dios no juega a los dados”, por ello desarrolla la teoría de la relatividad para establecer las leyes que rigen el universo

    Este orden del universo no puede ser fruto de la casualidad, debe tener una finalidad, a esta conclusión también llegó el físico John Polkinghorne de la Universidad de Cambridge y el científico australiano Paul Davies que señala: "Yo pertenezco a ese grupo de científicos que, sin estar adheridos a ninguna religión convencional, niegan que el universo sea un accidente sin propósito. En mi labor científica he llegado a la conclusión cada vez más firme de que el universo físico está trazado con un ingenio tan asombroso que no puedo limitarme a aceptarlo como un hecho bruto"

    Cuando Darwin desarrolla su teoría de la evolución, muchos pensaron se acabó lo que cuenta la Biblia sobre Adán y Eva, sin embargo aquí nos encontramos con otro de los interrogantes: la irregularidad del registro fósil.

   Los seguidores de Darwin señalaron que esta evolución debió durar varios millones de años, a tenor de ello se deberían haber encontrado registros fósiles de los eslabones del proceso de evolución que unieran las principales categorías de los seres vivos, pues bien no se ha encontrado ninguno. [Eso no excluye que puedan encontrarse]

   Las investigaciones de la ciencia han demostrado que la evolución se produce dentro de su género, pero no pasa de una especie a otra como pretendía Darwin.

    Existe una fuerte controversia entre la Paleontología que estudia los fósiles y el Darwinismo, bastantes científicos estiman que nunca aparecerán estas especies intermedias necesarias para demostrar la teoría de Darwin, es para estos un indicio de la existencia de una inteligencia superior preexistente antes del inicio de la vida en nuestro planeta

   Tampoco hay una explicación lógica de la complejidad de nuestro mundo, los avances de la genética, la medicina, etc… ponen de manifiesto la elevada complejidad de los seres vivos,  por ello se plantea otro interrogante, esta complejidad no puede ser fruto de la casualidad o de la generación espontanea, los órganos compuestos que forman parte de los seres vivos solo pueden existir de otros órganos semejantes.

    Así el Doctor Frank Salibury de la Universidad de Utah calculó que la aparición espontanea de una molécula básica de ADN tenia tan ínfimas posibilidades que cabía calificarla de imposibilidad matemática.

    Hay más científicos que se han pronunciado de manera semejante, el elevado número de características de los seres vivos señalan la necesidad de la existencia de una planificación, y esta debe proceder un planificador en este caso Dios

  Este tema que he planteado suele levantar muchas controversias, lo dejo a la consideración del lector, no obstante me apunto a aquella frase de Francis Bacón:      

      “Prefiero  creer en todas las fábulas del Corán, el Talmud y la Leyenda, que creer que esta forma universal existe sin una mente. Y por ello, Dios nunca fabricó milagros para convencer a los ateos, porque sus obras naturales convencen. Es verdad, que un poco de filosofía inclina a la mente del hombre al ateísmo, pero la profundidad en la filosofía lleva a la mente del hombre a la religión”

 

 

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