Hace dos días veía en la prensa una foto con unas pintadas que le han realizado a un ciudadano catalán por colocar la bandera española. Ya está “señalado” como otros muchos
Estoy leyendo un libro muy interesante que me ha regalado un amigo, se titula “Un español frente al Holocausto”, es una novela histórica en la que se relata como Angel Sánchez Briz, embajador en Hungría en aquellos años, salvó a 5000 judíos de ir a morir en los campos nazis.
Describe todo el proceso que se siguió con los judíos húngaros, una de las principales fue la colocación visible de la estrella en su ropa para de esta forma identificarlos en cualquier momento, siguieron otras como la quema de libros de las sinagogas y las bibliotecas, la constitución de los guetos y finalmente fueron enviados a los campos de exterminio.
El nacionalismo es en realidad una religión, en primer lugar tiene una doctrina con los clásicos componentes: raza, idioma, etc.. en la que hay que creer, hay que cumplir lo que esta señala, a los que la practican les hace sentir que son superiores, y persigue a los “pecadores” que no comulgan con ella, bien señalándolos como se ha hecho con este ciudadano catalán o mucho peor como hacían los nazis con los judíos.
Carlos J.H. Hayes, que fue profesor de Historia en la Universidad de Columbia (EEUU) entre 1907 y 1950, escribió un interesante libro: “El nacionalismo. Una religión”
Define al nacionalismo “como el conjunto de personas con una lengua común y unas tradiciones históricas (inventadas o no), mas allá de los aspectos geográficos o de su estirpe histórica”.
Afirma que las nacionalidades son artificiales, no se corresponden con el ser humano como en tanto que tal, por ello hay que alimentarlas con la “Educación” y el “Adiestramiento consciente con este fin”, estas afirmaciones retratan de alguna manera lo que ha ocurrido en Cataluña; durante decenios han ido explicando en sus centros educativos una historia falsificada, que son una raza superior y el odio a España.
Esto de la raza superior se lo recordó días atrás Inés Arrimadas al Sr. Oriol Junqueras, decía este personaje en el 2008: "En concreto, los catalanes tienen más proximidad genética con los franceses que con los españoles; más con los italianos que con los portugueses; y un poco con los suizos". Todavía en el siglo XXI andamos con el tema de la raza como hace más de 160 años.
También George Orwell, famoso escritor y periodista, escribió un ensayo en el año 1945 (Notas sobre el nacionalismo), señala a este como un pernicioso estado de rigidez mental en el que no tienen cabida ni el debate ni la reflexión.
Llega a afirmar: “Una vez elegido el bando, se auto convence de que este es el más fuerte, y es capaz de aferrarse a esa creencia incluso cuando los hechos lo contradicen abrumadoramente.
La huida de empresas y Bancos de Cataluña, el rechazo a los productos catalanes cuya consecuencia es el posible empobrecimiento de esta Comunidad no parece preocuparles, es una buena prueba de lo afirmado.
Señalaba también que “el nacionalismo es sed de poder mitigada con autoengaño. Todo nacionalista es capaz de incurrir en la deshonestidad más flagrante, pero, al ser consciente de que está al servicio de algo más grande que él mismo, también tiene la certeza inquebrantable de estar en lo cierto”, Estas afirmaciones son certeras a la vista de lo que ha ocurrido en Cataluña en estas últimas semanas.
Nuestro gran escritor andaluz, Juan Eslava Galán, premio Planeta y autor de numerosos libros, decía en una entrevista, “el nacionalismo es la religión de los idiotas, jamás en mi vida he conocido a alguien inteligente que sea nacionalista….. Y ¡Ojo!” que idiotas hay en todos los sitios”.
El gran problema catalán es muy probable que se resuelva temporalmente con la aplicación del 155, aunque haya altercados y revueltas, pero se puede repetir si no se cambia el adoctrinamiento que se hace en las escuelas y si no se modifica la propaganda de los medios de Cataluña que insisten una y otra vez con la ideología nacionalista.
Este adoctrinamiento, fue señalado por Ciudadanos en las Cortes, en las que por cierto se quedó solo; debe resolverse, mas cuando en la Comunidad valenciana y en las Baleares también están en esta misma deriva obligando a la inmersión lingüística en los Colegios, los partidos constitucionalistas deben “cambiarse las pilas” y poner orden en este tema.
Esto ya lo decía Hayes, como lo he recogido en párrafos anteriores, el nacionalismo es una construcción ideológica que se alimenta con la educación y el adoctrinamiento.
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