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Diario de un español en crisis. La gran farsa separatista


Puigdemont sigue con la farsa tras la DUI que es pero que no es, pero que será… Para muchos es tan clara la estrategia separatista que las razones para el diálogo pierden su razón de ser.

Su objetivo final siempre será la independencia.

Y todos los pasos que se están dando, a partir de la laminación del Estatut por el Constitucional en 2010, es llegar a esa meta. Los papeles encontrados a Junqueras lo dicen muy claro.

Hasta que llegue esa fecha, su objetivo inmediato es alcanzar que haya un 55% o 60% de ciudadanos que decidan independizarse de España. Cuando llegue este momento, será imparable la misma. Ni todos los tanques del mundo podrán detenerla. Ahora toca “parecer dialogantes” cuando se han saltado a la torera todas las legalidades habidas y por haber llegando al surrealismo en diferido.

Los independentistas son conscientes de que en estos momentos no hay suficientes ciudadanos y crean la estrategia de la máxima tensión/distensión para que el estado dé pasos en falso y consigan el apoyo internacional. Toda su estrategia se dirige a conseguir convencer al mayor número de ciudadanos de que en una Cataluña independiente y republicana vivirán mucho mejor y habrán dejado lejos al resto de un país que –según ellos- nunca lo ha estimado.

El 1-0 consiguieron dar un paso más ayudados por la funesta actuación de las fuerzas de seguridad. Ayer ha vuelto al esperpento en directo. Entonces lograron lanzar al mundo el mensaje de que unos pobres ciudadanos que deseaban expresar su opinión democráticamente han sido “masacrados” por las “fuerzas represivas franquistas”. Es una noticia que, ante la idiocia y el desconcierto mundial, vende mucho. Desgraciadamente es fácil seducir con estos argumentos a los ciudadanos de EE.UU. o Japón cuando ven a un anciano que recibe un golpe de un policía. Ayer quisieron lanzar al mundo que son dialogantes y el gobierno de Rajoy es “dictatorial” porque sabe que le han colado un gol en forma de DUI.

Pero todo forma parte de una gran farsa en la que tanto ANC como Omnium Cultural están siendo unos expertos en el manejo de la masa en la calle frente a un estado incapaz de tomar iniciativas yendo siempre a rebufo del liderazgo separatista como corredores gregarios detrás de un imposible.

¿El presidente del gobierno, con todo el servicio secreto detrás de él, no se ha dado cuenta de esto después de tantos años? Resulta increíble pensar que no ha sido así. Los catalanes quieren ser independientes desde la Guerra de Sucesión Española cuando Felipe V implantó los Decretos de Nueva Planta, por poner una fecha muy significativa, aunque la historia incluso es anterior. Y siempre que han tenido oportunidad y se les ha dado algún pretexto lo han intentado.

Rajoy se tenía que haber dado cuenta de esto y no haber ayudado con su inacción o sus campañas contra Cataluña a elevar el número de independentistas. Se ha visto que no sabe manejar este asunto y no sabrá hacerlo ya desgraciadamente.

A los catalanes que no son independentistas no se les puede dar pretexto alguno para que se conviertan en lo que no son. Pero desgraciadamente Rajoy lo ha dado.

Todos los lodos que se han producido después son consecuencia de aquellos polvos.

 

 

 

 

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