Tras el partido de ayer contra Albania, me satisface comprobar que al parecer a Piqué le han pasado una copia de mi carta y ha decidido hacerme caso. No había más que verle la cara y el gesto cuando sonó el himno, miraba de soslayo a su derecha mientras los demás miran de frente (Sergio Ramos está cuadrado militarmente como un legionario) y los dedos de su mano sobre el hombro del compañero juguetean de un lado a otro. Los pitos eran constantes y más fuertes que nunca cada vez que tocaba la pelota y lo acusaba, porque su juego no era tan seguro como en otras ocasiones.
Tras el descanso y con un tranquilizador 3- 0 y tras un par de fallos en la entrega, Piqué debió de pensar ¿qué coño hago yo aquí? Y acto seguido comete una falta por agarrón a un contrario clamorosamente intencionada. Tarjeta sin rechistar. Esto ya le invalida a viajar a Jerusalén y disputar el último partido de la fase clasificatoria, (tenía otra amarilla y estaba advertido de suspensión) es decir, hoy ha hecho la maleta y ya está en Barcelona. Cinco días más de polémica, de aguantar una camiseta que le pesa porque no los siente y unos compis que ya no son lo que eran, es demasiado para el body, así que recula y toma el camino de casa por la vía rápida pero con un justificante, no puede jugar contra Israel por acumulación de amonestaciones.
Era tan evidente que estaba a disgusto, que no se si él pidió el cambio, pero Lopetegui lo cambió, bien por motu propio o acordado, eso nunca lo sabremos. No creo que vuelva a la selección en una larga temporada, porque lo que quedan son partidos amistosos de preparación y ahí es fácil escaquearse o justificar la no asistencia. Cuando llegue el verano y comience el Mundial ya veremos si va. Depende de los acontecimientos políticos en Cataluña, los próximos días.
Piqué ha hecho lo mismo que yo, pedir la excedencia. Yo del Barça y él de la selección española. Ojala le vaya como mí. Voy a tardar mucho en volver a ser culé (igual el resto de mi vida). Lo tengo claro, me gustan más los colores de la rojigualda que los azulgranas. En esta vida hay que tener principios.
Antonio J. Quesada
Los culés que no sintonizamos con algo tan condenable como no cumplir la Ley estamos abochornados, sí (con esto y con otras cosas, como el apoyo a Messi tras su condena judicial, etc.). Abrazos,