Publicidad

Primavera 17


Vivir en Málaga, es un privilegio. Después de un invierno dulce, con la excepción de la tromba de agua de Febrero y los destrozos subsiguientes, la primavera, esa explosión de vida que nos ofrece la naturaleza, nos presenta perspectivas idílicas. Si a esto añadimos ofertas culturales de primera magnitud, no es de extrañar que sea Málaga destino preferido para millones de visitantes.

Va para cinco meses que se formó, después de las segundas elecciones, el gobierno actual sustituyendo al provisional que estuvo, en funciones, nueve meses. De aquella situación no derivaba la carencia de gobierno como se repetía con machacona e interesada intención, no, sino que estaba limitado, que no podía proceder como si hubiera salido de las urnas.

Nueve meses es el tiempo que se tarda en alumbrar una nueva vida humana. Ese es el tiempo transcurrido para parir al ejecutivo que actualmente nos gobierna. Tal circunstancia no dice mucho de nuestros políticos, cuya incapacidad para aflorar un nuevo gobierno con la celeridad necesaria, que evitara la inmovilidad del que está en funciones, fue manifiesta.

En el primer semestre la visceralidad de ciertos partidos, no aceptando el veredicto de las urnas, nos condujo a las segundas elecciones con los resultados de todos conocidos. Y esa misma visceralidad nos llevará a poco que se desequilibre la balanza a otras elecciones con resultados imprevistos que, como gota fría, podría llevarse por delante algún que otro prócer político, y quién sabe, si algún partido.

Cuando los resultados electorales no son los deseados se originan en los partidos movimientos turbillonarios cuyos remolinos arrastran lo que se opone a su paso.

Lo que ocurre es que moverse en aguas turbulentas exige una pericia suma para no perecer en los remolinos. Y es posible que los responsables de la caravana no sean lo suficientemente avezados para conducirla al destino previsto. Si no se sabe, o no se quiere, vaya usted a saber, encontrar el vado apropiado donde el río circule en régimen laminar, sin remolinos, de baja profundidad y suelo rocoso para que las aguas no alcancen el suelo de las carretas.

Estemos ojo avizor. Penetremos con  la luz de la razón en los vericuetos y tejemanejes que afloraron en los últimos tiempos. Adecuemos la conducta electoral a nuestra reflexión, que debe darnos argumentos suficientes para concurrir a la nueva contienda electoral, que muy probablemente, se avecine.

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.