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Vale


El bachillerato elemental, el de los cuatro cursos y reválida, establecía en 3º y 4º, el estudio del latín, del que además de los exámenes en los cursos, había una prueba específica en la reválida. Así, también el bachiller superior de la rama de letras.

El programa exigía, además del conocimiento de su gramática, la traducción de textos latinos; cuales fueran esos textos dependía de los gustos del profesor. A mí me tocó traducir “de amicitia”, cartas de Cicerón que dirigía a su esposa. Como buen estilista latino, terminaba todas sus cartas con “vale”, que significa “adiós”, “que sigas bien” o “pásalo bien”.

Desde hace tiempo se usa el vocablo, de forma inmisericorde y repetitiva, cualquiera que sea la situación, no con el significado clásico, no, sino con el más aproximado a: “quedo enterado”, “de acuerdo”, o algo semejante. O como muletilla para terminar la conversación.

En los telefilmes americanos se usa sin cesar con machacona insistencia. No sé si contará así en el idioma original o lo introducen los traductores.

El DRAE tiene tres entradas con significado diverso pero no parece recoger el que antes expreso.

Podemos considerar las palabras como órganos vivos a los que se aplica su característica esencial: Nacer, crecer, reproducirse y morir, equivalente a caer en el pozo de los olvidos. En ese sentido no es descabellado vaticinar que el DRAE recoja en sus páginas tal significación.

De todas formas no sería demasiado impertinente pedir la restricción personal del uso de tal vocablo para no torturar a los sufridos oyentes y buscar su sustituto como: “está bien”, “magnífico”, u otros equivalentes, además de los reseñados más arriba: “quedo enterado”, “de acuerdo”, etc.

El español es una lengua rica en vocablos. Su facilidad para generar palabras nuevas posibilita su garantizado enriquecimiento. Asimismo conviene destacar la excesiva permisividad actual de la Academia para  recoger en sus páginas, neologismos, sin estar suficientemente arraigado su uso.

En ese sentido no sería demasiado atrevido aventurar que detentar, cuyo significado académico es: “Retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público”, dada la frecuencia del uso indebido de la palabra, sea recogida por el DRAE como sinónimo de ostentar.

A punto estuvo de suceder con ostentóreo, potencial neologismo creado por el difunto Sr. Gil y Gil, (q.e.p.d.), usado con sorna, en aquellas calendas, por tirios y troyanos.  

Hablar de nuestra hermosa y rica lengua es un placer que intento compartir con quien lo desee.  

 

 

 

 

Comentarios
  • Manuel Rodríguez

    4 March 2017

    Gracias D. Agustín por el comentario y la atención que me brinda. Me alegra que haya gustado de lo escrito. Vale. ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!

  • Agustin

    3 March 2017

    ¡ Excelente columna !. El humor no debería abandonar nunca las relaciones humanas . Así, con todo respeto, digo : D.Manuel, "vale". ( En las dos acepciones que señala)

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