En un pueblo que, temporalmente, fue mi pueblo había, como no podía ser de otro modo, un equipo de Fútbol, en el formaba un tal "Sotoca"que debía su "mote" a que en el juego no se oía más voz que la suya, siempre con la misma cantinela, "Me toca" de la que nació su apelativo. En la provincia se organizó un Campeonato y el tal Sotoca hasta se compuso un himno, del que hizo bandera, era su frase principal "entre fulano y Sotoca han ganado a..." aquí el nombre del pueblo del equipo contrario. Empezó y terminó la competición y la derrota más pequeña de las muchas que se cosecharon fue de siete goles a cero...el himno se olvidó y el pobre Sotoca no dejaba de exclamar..."Porque no me han dejado...
Porque no me han dejado o algo similar exclaman hoy los Partidos Políticos emergentes ante, para ellos, el muro del Bipartidismo y no saben o no quieren saber, inteligencia no les falta, que son ellos su "propio muro" el cual está basado en su propia ineptitud para afrontarlo. Ellos son Politólogos, palabra puesta de moda por ellos mismos, pero a la que no han sabido sacarle el jugo...Pablo quería una cosa, Albert quería la misma pero deseaba imponer su "apellido" y los dos "llaneros solitarios" que tan ufanos y poseídos de ellos mismos" dieron comienzo a su andadura se fueron estrellando contra los pedruscos que ellos mismos fueron "creando". Quien no los recuerda en la mesa de un " cafetín" con Evole de moderador "pontificando" sobre modos y maneras y dejando a la audiencia con todas las "ventanas" de oír abiertas de par en par a la espera de las "Buenas Nuevas" que nos iban a traer...
Han pasado meses, creo que hasta años, que con esto de la edad hasta de eso de contar me estoy olvidando...y aquí seguimos, las ventanas permanecen abiertas...y tan abiertas estaban que El Marianico, si ese, el de siempre, se ha colado de rondón para jodernos durante otro largo periodo...y mientras sus huestes forrándose. Tras esas ventanas es evidente que había un espacio, grande además y había, también mucha sed, por lo cual les fue relativamente fácil el entrar hasta la "cocina" pero una vez en ella, ¡oh desilusión! no supieron manejar los "utensilios" que en ella encontraron y ahí siguen, como marionetas de ellos mismos, dando palos de ciego, mientras sus soñadores seguían con sus sueños sin estrenar...sin que nosotros mismos lo sepamos España, entre otras muchas cosas, protagoniza, también, el cuento de la bella lechera. Esta "gentecilla de momento" no sabe o no quiere saber que las cosas lo mismo que vienen se van. "Galgos o Podencos" e indefinición crean una amalgama de difícil solución y ya sabemos como acabó el cuento...y lo que más me asombra, si algo puede asombrarme a estas alturas de mi vida es que a pesar de lo dicho, todavía hay un mucho de chulería flotando en el aíre. Veamos si todo lo dicho no termina con la esperanza en su totalidad...confiemos y vamos a ver si los "Reyes" hacen bueno aquello de que "la esperanza es lo último que se pierde"...Amen.
¡Ah! Y que conste que yo no pretendo criticar, digo nada más.
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