Improcedente

La pasada semana, inaugurada por Su Majestad Felipe VI, inicia su andadura la XIIª legislatura después de venida la democracia.

Tal sesión deparó no pocas situaciones un tanto pintorescas por no decir esperpénticas, grotescas y falaces. Me voy a fijar en dos:

Una: La camiseta del diputado por Podemos Sr. Cañamero.

Dos: La bandera de la II República desplegada por el senador del mismo partido, Sr. Bernal.

En la camiseta del diputado Cañamero, aparecía la siguiente leyenda: "yo no voté a ningún Rey". Por su propia naturaleza secreta, no sé qué votaría el Señor Cañamero en la Constitución, igual que en otros procesos electorales. Es indiferente lo que hiciera porque los resultados de las urnas obligan a los españoles cualquiera que fuera el sentido de su voto o si votaron o no. Esas son las reglas.

La Constitución Española, aprobada en referéndum el 6 de Diciembre de 1978, y que dentro de poco cumplirá 38 años, es el marco legal donde se incardina la nación española, única e indivisible, según reza su artículo 2. En ella se adopta “la forma política de monarquía parlamentaria”. Debido a eso, los Sres. Cañamero y Bernal han podido ser parlamentarios y sólo, la perversión de  actitudes sectarias, les hace olvidar algo esencial: el Parlamento español representa a toda la nación española y cada individuo que lo conforma también, no sólo a quien lo haya votado.

Pero hay más, el Título 2 que trata “de la Corona”, designa al Rey como Jefe del Estado y su título es: Rey de España. El artículo 57.1 la declara “hereditaria en los sucesores de Don Juan Carlos I, legítimo heredero de la dinastía histórica”. Por tanto, a Felipe VI lo legitima la Constitución votada mayoritariamente por los españoles en aquella histórica fecha.

En razón de ello, la leyenda de la camiseta es improcedente y prevaricadora por cuanto, parlamentario, el Sr. Cañamero ha de cumplir y hacer cumplir las leyes.

El senador Bernal desplegó la bandera de la II República cuando el Rey inicia su discurso de apertura de las Cortes. Supo elegir bien el momento del despliegue sospechando que, la Sra. Presidente del Congreso, no iba a interrumpir al Rey garantizándose así los titulares y comentarios. Por ejemplo, éste.

El artículo 4.1 de la Constitución establece cual es la bandera de España y el 4.2 “reconoce la existencia de banderas y enseñas propias de cada Comunidad” que ondearán en los edificios públicos junto a la de la nación española. La desplegada por el Sr. Bernal no cumple lo establecido.

En cuanto Senador, el Sr. Bernal debe cumplir  y hacer cumplir las leyes. Como a sabiendas no lo hizo, prevaricó.

Los españoles representados en las Cortes merecen el respeto debido de sus parlamentarios a quien los dos reseñados han faltado.

PD: Viene al caso la cita de la carta que el General Batet dirige a sus hijos antes de ser perversa e injustamente fusilado:

«Sed buenos ciudadanos y cumplid siempre con vuestro deber cualquiera que sean las circunstancias que os depare el destino. Las naciones sufren mucho por no cumplirse sus leyes y el mal es mucho mayor cuando faltan a ellas los propios gobernantes ( ). Son momentos de pasión en que se desatan los instintos perversos la justicia huye espantada, no actúa y se viste de luto Pero ella actuará. Os bendice y abraza vuestro padre, Domingo».