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Dios creó los números


Es el título de una edición comentada por Stephen Hawking, libro en el que se describen “los descubrimientos matemáticos que cambiaron la Historia” (Crítica, Barcelona, 2006). Incluye diecisiete textos de sendos autores desde Euclides a Turing, pasando por Arquímedes, Diofanto, Descartes, Newton, Gauss, Boole y otros hasta completar los diecisiete.

Sus  1031 páginas con el índice ponen al corriente a todo lector, cuya curiosidad le lleve a su contenido, con la certeza de no ser defraudado. Las introducciones a cada autor, así como parte de los textos propios ilustrativos en sí, permiten una lectura fácil sin necesidad de “circular” por los desarrollos matemáticos.

El título de la compilación: “Dios creó los números”, es certero. Tomado de un dicho de Kronecker quien lo completa de este modo: “Dios creó los números. El hombre todo lo demás”. Bella síntesis de la creación. En una situación muy gratificante para mí, aseveré: “…las Matemáticas estarán presentes en  la vida humana, por los siglos de los siglos. Es  más si un cataclismo arrasara la vida de la tierra,  la nueva forma de vida que surgiera tendría que inventar, para su desarrollo y evolución: Las Matemáticas”.[1]

Es cierto que faltan autores significativos. La cosecha de sabios matemáticos a lo largo de los siglos es abundante y su aportación al pensamiento matemático, memorable; pero los que están, reúnen méritos suficientes para brillar con luz propia en ese firmamento. Supongo que para los compiladores les sería difícil la elección.

Merece la pena reproducir el final de su introducción: “Como ocurrió en el pasado, el desarrollo futuro de las matemáticas afectará sin duda, de forma directa  o indirecta, a nuestra forma de vivir y de pensar. Las maravillas del mundo antiguo, como las pirámides de Egipto, fueron físicas. Como ilustra este volumen, las mayores maravillas del mundo moderno se encuentran en nuestro propio entendimiento”. Forma inequívoca de expresar una realidad incuestionable.

Arranca la edición con los Elementos de Euclides, otro compilador que reunió el saber matemático de su tiempo; saber que, después de 24 siglos, se sigue enseñando en las escuelas del mundo. Le sigue Arquímedes quien, entre otras muchas cosas, duplicando el número de lados de los polígonos regulares inscritos y circunscritos a la circunferencia, consigue acotar el número pi, constante obtenida del cociente entre la longitud de toda circunferencia con su diámetro, de cuyo proceso, obtiene la siguiente desigualdad: 3+10/71< pi >3+1/7.

La cuadratura de la parábola es otra de sus aportaciones así como el método de exhaución. Si un romano maldito no le hubiera quitado la vida es posible que el cálculo integral se hubiera adelantado 20 siglos.

Diofanto, personaje al que me referí en “Epitafios y acertijos”, es objeto  de un apartado. Seleccionan tres libros de su “Aritmética” que se exponen con buena mano.

Las referencias descritas son meros indicadores de lo que el libro contiene. Divulgar el pensamiento matemático e intentar inducirlo a los lectores es una tarea que me impuse al jubilarme y que plasmé en “matemática elemental”, mi Web. Siempre que tengo oportunidad aprovecho la gentileza del Director para hacerlo en estas páginas. Espero no molestar con ello.

<hr />

[1]  http://www.trelles.es/matematica/leccionfinal.htm

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