Acababa el año como columnista enviando al ya durmiente Diariolatorre: “Despedida de año”, que no vio la luz, en cuya frase última decía: “…las tradiciones mandan y así podemos decir la tan repetida frase: ‘Feliz año nuevo’ y que el Niño-Dios nos depare, en él, toda suerte de bendiciones”.
El Faro de Málaga alumbra una nueva derrota al emprender la aventura de ilustrar la faz provincial. Es de esperar que el buen hacer cotidiano ilumine el camino del éxito para que, en un futuro, amplíe sus expectativas.
Es mi mejor deseo en este año que empieza. Y espero que se cumpla.
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