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Crónica presentación Confesiones de una Marquesa y recital Mar del Paraíso


            Málaga se vistió de gala, se irrigó con la savia de la poesía, el psicoanálisis, la música... y tantos verbos y sustantivos en todas las combinaciones posibles que en las voces de las mujeres de Grupo Cero llenaron el aire de oxígeno vital. El arte y la cultura despertaron en el sopor de estos días calurosos un frescor inusitado en los acordes y en las letras, en el tango y la poesía, con la presencia siempre del director de la Escuela Grupo Cero Miguel Oscar Menassa, en su poesía, en su deseo, en la maestría de su pensamiento que abre caminos posibles al amor, a la cultura, a la ciencia.

            Los malagueños y las malagueñas acudían entusiastas a un encuentro donde el goce abría senderos en el alma. Confesiones de una marquesa arrancaba en la planicie de la tarde, en el castillo Bil Bil, en Benalmádena. Con su escritura valiente, Helena Trujillo nos rodeó con su deseo y sentó las bases de la permanencia y la maestría de vivir, del amor y de la ciencia que visten y arman la figura de una mujer y un hombre de este siglo y de los venideros, donde todos fuimos partícipes, en un enclave maravilloso mozárabe junto al mar. Sus palabras atravesaban nuestras miradas y hacían de sus confesiones un río de agua fresca, y un torrente para la producción del sujeto social. Desde las conjeturas de la persona en los procesos inconscientes se desanudan en la lanzadera de la apertura a lo social. Una verdad tejida a golpe de escritura, de psicoanálisis, para librarnos de las ilusiones y los sometimientos.

            El tango amenizó la velada, también abrió sentidos e impulsó a la gracia y al quejío de sus letras donde las historias se entrelazaban e indicaban de la universalidad de las obras artísticas, donde letras de hace un siglo hablaban de la realidad humana, también en la actualidad. Su voz nos conmovió y la alegría de su crecimiento como artista, como persona, como escritura. Rubros inusitados se expanden en el tejer de su ser humano, en el trabajo de su producción. Felicitaciones por tan grandioso viaje que compartes con generosidad, mujer, psicoanalista y poeta.

            La maravillosa voz de Clemence Loonis armonizó y nos instaló en el campo de la poesía de Miguel Oscar Menassa. Nos hizo vibrar y explosionar en la alegría del verbo, en los avatares de mundos abiertos al goce: Atleta de mí mismo, el grito, Ajada cruz... resonaban junto al mar, mostrando la fuerza de la poesía y el torrente de su fuerza gestada en la alegría del trabajo y la maestría.

            Norma Menassa, mujer de las alturas, de parajes y enclaves en mundos de ciencia, poesía y sabiduría, nos acerca con su voz y sus letras a la profundidad de lo humano. Elegía en un azar magnífico pasajes y territorios de un viaje al centro de la vida, al amor, a la cultura, al puente maravilloso del existir.

            Leímos y nos dejamos atravesar por las Confesiones de una Marquesa que también nos llevó a Otra vida y su poema Arresto Domiciliario, huella de su permanencia en la escritura y su ser combativo en lo social.

            El museo Revello de Toro se llenó al día siguiente de la magia en las voces y la resonancia de la poesía, en un patio que se convirtió por un tiempo en el pulmón de la ciudad. Entre helechos y sillas irrumpió el amor y la cultura en “Mar del Paraíso”, un recital que inundó las calles y los rincones de las personas que acudieron y recorrieron las letras, inundándoles un mar inusitado,, magnífico en su oleaje, en los consejos del poeta y la lanza de la vida. Clemence Loonis con un rango vocal impresionante, y su cada vez más amplio grupo de seguidores, que elogiaron y bailaron al ritmo de las letras del poeta Miguel Oscar Menassa. Norma Menassa hizo un despliegue de algunos de sus poemas que crecieron en un cielo abierto a la luz de los días y llegaron a hacer vibrar al malaqueño porte de la ciudad. Nos conmovió y nos aventuró al poema. Eramos exploradores y hacedores del vivir acompañados en la alegría de este encuentro que desde hace un tiempo no había sido posible

            Helena Trujillo volvió a desplegar el arte poético en versos de Aleixandre, Miguel Oscar Menassa... recorrió en la partitura de la ciudad que la vio crecer la posibilidad del verbo hecho voz en el compañerismo, la poesía, la música, el arte, el psicoanálisis.

            Leimos a Carilda Oliver Labra, Rafael Alberti, Gloria Fuertes, Miguel Oscar Menassa, Vicente Aleixandre... y muchos otros poetas que se hicieron presentes entre amigos, personas que se encontraban por vez primera y conocidos en tan magnífico encuadre donde el movimiento científico cultural Grupo Cero se hizo presente e hizo llenar de luz la noche malagueña.

            Gracias por la entrega y la generosidad de compartir. Málaga se abre cada vez en este abanico de Poesía y Psicoanálisis. Esperamos con alegría los próximos.

 

Laura López

 

 

 

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