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Resistencia Mestanza. La épica historia para salvar la última vega fértil del Guadalhorce


"Toda la Galia está ocupada por los romanos… ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles galos resiste, todavía y como siempre, al invasor. "

Así comienzan los cómics de Asterix de los geniales Goscinny y Uderzo. 

Y así contaran las crónicas la épica resistencia de otros aldeanos, los Mestanza, y la historia de su defensa de la última vega fértil de Málaga, en el tramo final del rio Guadalhorce, frente a la ocupación de una equivocada decisión, más política que técnica. Porque lo que amenaza a este enclave de cientos de hectáreas de huerta y cítricos huele a mala praxis política de otros tiempos, o tal vez a la de siempre. 

Y esta historia se contará así;

-          ... En pleno S XXI, muchas zonas de Andalucía y en particular la cuenca del Guadalhorce carecían de las imprescindibles infraestructuras de depuración y saneamiento de las aguas residuales y muchos de sus municipios vertian al rio sin control sus aguas fecales. Esto que ya venían denunciando los ecologistas desde hacía décadas llegó a la Unión Europea que sancionó a la región con cuantiosas multas económicas,  lo que puso la necesidad de estas infraestructuras en la agenda política de la administración, que en los últimos años vinieron anunciando la construcción de una nueva estación de tratamiento EDAR, que solucionase el problema y evitase las sanciones. 

Empezaron a barajarse distintas localizaciones para su construcción, convocando a los alcaldes de los municipios afectados para consensuarla, y lógicamente, como no es una instalación de las que gusta inaugurar con pompa y circunstancia, todos intentaron alejar el olor de su municipio, pero llegado el momento acuerdan una ubicación, en terrenos de la capital, junto al rio, pero a escasas decenas de metros de las viviendas de Mestanza, una pedanía de Alhaurín de la Torre en la que viven unos cientos de vecinos, en su mayoría descendientes de los colonos fundadores del Cortijo que da nombre a la barriada.

Y contra toda lógica, proponen que la nueva EDAR se construya en plena zona agrícola e inundable, a varios kilómetros de la desembocadura, donde ya hay otra EDAR que se podría ampliar sobre terrenos públicos con un coste e impacto infinitamente menor, condenando a la desaparición a decenas de miles de árboles frutales y a la forma de vida de las familias agricultoras y su entorno. Y con prisas y torpeza, se publica en el BOJA el proyecto, en plenas vacaciones de verano y con la administración bajo mínimos por las consecuencias de la pandemia, sin respetar los procedimientos de participación preceptivos, dando mínimas opciones de alegar a los afectados que se enfrentan a  la expropiación forzosa de sus tierras.

Ni los documentos técnicos, ni la lógica constructiva, ni la justificación económica explicaron en forma alguna el porqué de la ubicación elegida, que además del impacto social y económico conlleva un irreparable impacto ambiental, ya que implica la elevación del terreno con millones de metros cúbicos de tierra para evitar la inundación de la depuradora, y el desvío de las crecidas del Guadalhorce. Coste e impacto ambiental que sería minimizado de elegir otra de las posibles ubicaciones en especial la ampliación de la actual depuradora rio abajo, sin afectar a zonas agrícolas, ni terrenos privados ni viviendas.

Tal vez solo lo explique, el hecho de que el principal escollo para la recalificación de mas de un millón de metros cuadrados de terreno en Alhaurín de la Torre para construir el próximo pelotazo urbanístico de Málaga, la Ciudad aeroportuaria, es precisamente la inundabilidad de sus terrenos, y que , casualmente, la construcción de la nueva depuradora, financiaría con dinero público la modificación del cauce del rio, modificando los niveles de inundabilidad de los terrenos que se quieren construir.

Pero, la historia también contará que el imperio del ladrillo, la especulación y la mala política que les sirve, se encontró de frente con los valientes agricultores de Mestanza, que además de haber puesto al frente sus ahorros y esfuerzos para reunir euro a euro los honorarios necesarios para contratar a los mejores abogados y técnicos que desmonten en los tribunales el despropósito y la chapuza del procedimiento, cuentan con un plan y una poción secreta. 

El plan no es cortar carreteras ni reventar plenos, sino hacer lo que mejor saben: Cultivar. Cultivar amigos, apoyos y simpatizantes, y ya es una realidad que personajes públicos, políticos, periodistas y famosos están siendo invitados a conocer la zona, y son atendidos por los vecinos que les reciben en sus balcones y terrazas para enseñarles la rica Vega y explicarles la amenaza y las alternativas, para que tras conocerlas, actúen como altavoz de esta justa causa.

La poción mágica, el secreto de su resistencia, no es una pócima de hierbas recolectadas por los Druidas como en la aldea de Asterix, sino el amor a la tierra que heredaron de sus padres y abuelos, que les ha visto crecer y que trabajan con sus manos para generar vida y comida que todos necesitamos. 

Asi, que, aviso a navegantes. El final de esta batalla no está aun escrito. No están solos y tienen la razón. Depuradora si, pero no aquí. Salvemos la Vega del Guadalhorce.

 

Juan Manuel Mancebo Fuertes

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