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Dos CEIP de Alhaurín de la Torre victimas de la estafa de la Liga Nacional Contra el Cáncer Infantil (Linceci)


El periódico Sur en su edición digital, recoge una noticia de impacto nacional bajo el titulo Las cinco detenciones en Zaragoza, donde estaba la sede de Linceci, ha desatado una oleada de denuncias a nivel nacional.

Firmado por Fernando Torres, desarrolla ampliamente la noticia reproduciendo aqúí la parte que se refiere a Alhaurín de la Torre:

La primera comunidad educativa en denunciar la situación ha sido la del CEIP Clara Campoamor, de Alhaurín de la Torre. El presidente del AMPA, Julián Sesmero, ha escuchado la noticia sin dar crédito. «Nos han hecho una estafa, a mí y a todos los padres que han colaborado», reflexionaba conforme asimilaba los hechos.

Esta asociación decidió colaborar con Linceci en una de sus últimas campañas. El día 1 del pasado mes de abril, Sesmero recibió un mensaje de una mujer que se hacía llamar Lorena: «El motivo de ponerme en contacto con vosotros es porque desde la Asociación estamos dando a conocer una campaña que consiste en proveer a hospitales nacionales con cochecitos eléctricos para que sean utilizados por niños en sus desplazamientos internos por el hospital a la hora de acudir a sus tratamientos». Así se recoge en la conversación de WhatsApp que Sesmero y Lorena mantuvieron desde aquél día y que forma parte de la denuncia a la que SUR ha tenido acceso. El método que ofrecía Linceci para recaudar fondos era mediante la venta de «bolsas solidarias». En total, el AMPA del CEIP Clara Campoamor recaudó casi 1.200 euros que entregó a la asociación con la satisfacción del trabajo bien hecho.

De forma similar, solo que en vez de bajo el nombre de Lorena, esta interlocutora se hacía llamar Ángela, la presidenta del AMPA del CEIP San Juan (Alhaurín de la Torre), Yolanda Reygaza, recibió un mensaje hace un año, durante el curso pasado. Entonces la comunidad colaboró comprando «lápices solidarios». Por ello, cuando hace pocos meses se pusieron en contacto con ella para la campaña de los coches eléctricos intrahospitalarios, el proceso de compra se tramitó con normalidad. «¿Quién va a pensar que algo así sea una estafa?, comenta. Linceci cuenta con una amplia red de publicaciones en internet y en su propia página web que avalan cada una de las campañas que han efectuado con fines presuntamente fraudulentos. En este caso, el centro ha donado un total de 800 euros en dos años. «Saber que va para el lujo y disfrute de otras personas es muy duro», se lamenta Reygaza.

 

 

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