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Salvemos el Torcal


Lo llevamos alertando mucho tiempo: el Torcal está sobreexplotado turísticamente. Y hay que tomar medidas. Piedras pintadas, incluso rotas o derribadas, caminos que cada vez se hacen más anchos cada vez más erosionados y difíciles de transitar debido al gran volumen de personas que ocupan las rutas verde y amarilla, centros de visitantes abarrotados, coches aparcados a ambos lados de la carretera son los principales impactos que estamos sufriendo en el Torcal debido a la sobreexplotación turística.

Aunque el pleno del Ayuntamiento acordara elevar una serie de medidas ante la Junta de Andalucía, éstas se quedan cortas. La primera medida que desde EQUO hemos reivindicado siempre es conocer cuál es el máximo número de personas que el espacio puede soportar. Este dato se puede conocer a través de lo que se denomina “caudal turístico máximo”. Al igual que los ríos pueden soportar una cantidad máxima de agua en sus cauces, el Paraje Natural del Torcal de Antequera puede soportar un máximo de personas cada día. Y que ese número máximo se supere puede ser peligroso tanto para la naturaleza como para las personas que la visitan. Cualquier persona que tuviera conocimiento de que en una discoteca o en cualquier otro establecimiento se pudiera estar superando el aforo máximo lo denunciaría y si el establecimiento no estuviera dimensionado, tendría una importante multa. ¿Por qué no en los Espacios Naturales Protegidos? No se le pueden poner puertas al campo, por eso también defendemos que no se privaticen ni ocupen las vías pecuarias. Pero lo que sí se puede hacer es controlar el turismo en la naturaleza para proteger el bien que se oferta como recurso turístico.

Desde que el Ayuntamiento empezara con las políticas de  impulso del turismo, siempre apostando más por la cantidad que por la calidad, el número de visitas al Torcal se ha multiplicado exponencialmente. Esta política entraña un riesgo muy elevado para nuestros monumentos y que venimos alertando desde que se pusiera en marcha. Por supuesto que es positivo que UNESCO considere que el Sitio de los Dólmenes es Patrimonio Mundial, pero eso ya lo sabíamos quienes tenemos la suerte de vivir aquí y poder disfrutar de nuestros monumentos a diario. Lo que ahora necesitamos es que se protejan y se cuiden como se merecen.

Y así se lo hicimos saber tanto al Ayuntamiento, como a la Junta de Andalucía, como a otros colectivos con los que compartimos una jornada sobre el futuro de la gestión del uso público del Torcal. La verdad es que las sensaciones que transmitió esa reunión fue la de la existencia de unos colectivos comprometidos con la protección de la naturaleza, la de una Junta de Andalucía comprometida pero que no ve la necesidad de invertir más dinero en la protección, por lo que el nivel de compromiso es bastante bajo. Y un Ayuntamiento comprometido, con el turismo. Pues quedó patente que no piensan en modificar un ápice su apuesta por el turismo, aunque nos cueste millones de años, y que estábamos muy equivocados en pedir los caudales turísticos. Pese a que esta medida aparece en no pocos manuales sobre gestión de espacios naturales. Esto último sirvió de muleta para que la Junta pudiera salir del paso.

Esta crónica viene a poner en evidencia el conflicto que hay entre colectivos y administración. La brecha que hay entre quienes ejercen el poder y quiénes lo deberían tener realmente. Queda muy patente que el Torcal seguirá teniendo los problemas actuales hasta que no haya un doble cambio en los gobiernos, en el municipal y en el autonómico.

No puedo terminar sin recordar la cara de sonrojo y el silencio sepulcral que se produjo en dicha reunión cuando recordamos nuestra denuncia por contaminación por aguas fecales en el Torcal. No sabemos si por colmatación de la fosa séptica o fallos de la depuradora, realmente ni se nos quiso explicar. Lo que sí sabemos es que existen esos vertidos y que el olor es insoportable en la zona. Por supuesto, esos vertidos no están a la vista del público habitual. El Torcal es sumidero del principal acuífero que abastece nuestra ciudad. El turismo sin control puede llegar a afecta a nuestra salud si no se toman las medidas adecuadas. Necesitamos respuestas y soluciones. Hasta ahora no hemos tenido ni lo uno ni lo otro.

Mientras tanto solo nos quedará seguir contando lo que está pasando y construir una alternativa que trabaje para cuidar a las personas y al planeta.

Francisco Sánchez Molina

Coportavoz EQUO Andalucía Verdes

Miembro EQUO Antequera

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