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El conejito malagueño del terror


Hace varios días, un sujeto disfrazado de conejo con un bate comenzó a actuar de un modo bastante contundente en Instagram con fotos tenebrosas acompañadas de mensajes que, para muchos, resultaron amenazadores, aunque podían entenderse como una broma. Grandes fueron las revueltas creadas por el personaje, que llegó a convertirse en alguien conocido en las redes sociales, aunque nadie ha podido saber su identidad. Finalmente, se reveló la función del conejito del terror.

El objetivo de sus intervenciones en las redes sociales era, principalmente, promocionar el Festival de Cine Fantástico de la Universidad de Málaga que se celebrará del 9 al 17 de noviembre de este año. Lo gracioso es que llegó mucho más lejos de lo que se pretendía y provocó reacciones de pánico y de rechazo realmente desproporcionados.

Debe destacarse que son varios los que llegaron a pensar que el conejito malagueño del terror estaba cometiendo un delito de desórdenes públicos, pero el artículo 557.1 del Código Penal establece que “Quienes actuando en grupo o individualmente pero amparados en él, alteraren la paz pública ejecutando actos de violencia sobre las personas o sobre las cosas, o amenazando a otros con llevarlos a cabo, serán castigados con una pena de seis meses a tres años de prisión”. Como puede comprobarse fácilmente, la conducta del sujeto disfrazado de conejo, siendo polémica, está lejos de poder constituir un delito por no existir una verdadera amenaza, aunque es cierto que muchos, seguramente, considerarán que se ha ganado ser cocinado, pero no parece recomendable.

Hay que tener presente que, fuera de lo que son las bromas, han estado obrando sujetos que, disfrazándose como payasos o como otros personajes, han llegado a asustar y a cometer delitos. Algunos casos se han podido ver en España, pero los más peligrosos y terroríficos se han producido en Estados Unidos, donde sujetos más perturbados que el conejo de Málaga han llegado a delinquir gravemente, atentando contra la vida y la integridad física de varias personas.

Mucho cuidado debe tenerse con las campañas publicitarias. Contra uno mismo pueden volverse si se intentan buscar sensaciones de un modo equivocado.

 

 

 

 

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