Fútbol sin humo en La Rosaleda

El Málaga F.C. ha modificado la normativa reguladora de las conductas que pueden desarrollar los aficionados en La Rosaleda para que los espectadores no puedan fumar durante los partidos. Bastantes personas han sido las que han aplaudido la nueva regla por diversos motivos relacionados con la comodidad para presenciar los encuentros.

La Ley 28/2005, de 26 de diciembre, de medidas sanitarias frente al tabaquismo y reguladora de la venta, el suministro, el consumo y la publicidad de los productos del tabaco, que fue modificada por la Ley 42/2010, establece que se prohíbe fumar, además de en aquellos lugares o espacios definidos en la normativa de las Comunidades Autónomas, en las instalaciones deportivas y lugares donde se desarrollen espectáculos públicos, siempre que no sean al aire libre, de modo que en los estadios de fútbol se puede fumar. Sin embargo, esta medida puede adoptarse y resulta adecuada porque también se sufre el tabaco estando al aire libre, aunque con menos intensidad que cuando se está en lugares cerrados.

No puede dejar de tenerse presente que los que, sin ser fumadores, van a ver los partidos de fútbol, no quieren, en la mayoría de los casos, sufrir molestias por el humo que, desconsideradamente, producen muchos fumadores, siendo cierto que algunos son más comedidos, pero no por ello evitan el perjuicio. Además, es cierto que son muchas las ocasiones y diversos los lugares en los que se puede fumar regularmente, de forma que no se ocasionen situaciones demasiado incómodas para las personas que no consumen tabaco.

Resulta esencial saber que la Exposición de Motivos de la Ley 28/2005 indica expresamente que “El consumo de tabaco, como factor determinante de diferentes patologías y como causa conocida de muerte y de importantes problemas sociosanitarios, constituye uno de los principales problemas para la salud pública; de ahí, pues, la necesidad de implantar medidas dirigidas a su prevención, limitar su oferta y demanda y regular su publicidad, promoción y patrocinio”. Por eso, considerándose que las personas que fuman deben poder consumir el tabaco, es relevante que se puedan proteger la salud y la integridad de aquellas personas que no están habituadas al consumo de cigarrillos y que pueden verse afectadas por el humo.