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La Romería de Coín une fervor y fiesta


Uno de los festejos del año que se viven con mayor fervor en el municipio es sin duda la Romería. Esta mañana se ha podido comprobar con cientos de personas en la calle, preparadas para salir en peregrinación y celebrar este acto en honor a la patrona y alcaldesa perpetua de Coín, la Virgen de la Fuensanta.

El buen ambiente en la calle, el colorido de los trajes de flamenca y las carrozas, más de medio centenar, engalanadas para la ocasión reflejan la importancia de este festejo en el que se une el fervor religioso con la diversión. Tras recibir la bendición del guía espiritual, los romeros encabezados por los representantes de la hermandad de la Virgen de la Fuensanta y los representantes municipales, recorrerán más de cinco kilómetros para llegar a la ermita. Los bueyes marcarán el paso del recorrido seguidos del resto de los carruajes y el camino se convierte en una gran fiesta con gente en carrozas, andando, a caballo o esperando en las fincas por las que discurre el peregrinaje para ver la romería.

Uno de los momentos más emotivos tiene lugar a mitad del camino, donde los romeros se refrescan del calor y el cansancio con el agua del río Pereila, donde tradicionalmente los veteranos bautizan a las personas que acuden por primera vez a esta fiesta.

Una vez que los peregrinos lleguen a la ermita pasarán por el santuario para visitar a la patrona como muestra de devoción para, posteriormente, sumergirse en la fiesta en las casetas que cercan el Llano de Las Marías, una celebración que solamente se interrumpe por la eucaristía en honor a la Virgen a las 22.00 horas del sábado.

El domingo está previsto el regreso con la patrona a Coín, sobre las cinco de la tarde, tras la elección de la peña que tendrá el gran honor de devolver a la Virgen de la Fuensanta a su pueblo.

En definitiva una fiesta donde se mezclan los sentimientos religiosos con la diversión y la tradición popular, ya que cuenta la leyenda que en el año 1487 la imagen de la Virgen de la Fuensanta se le apareció a un pastor en el lugar donde hoy se erige la ermita dedicada a su culto, que fue construida con la ayuda de los vecinos, entre las localidades de Coín y Monda, donde también la veneran.

Según otras versiones, la imagen de la Virgen de la Fuensanta que es una obra del siglo XV y tiene once centímetros de altura, debió ser traída por alguno de los caballeros que intervinieron en la conquista de Coín.

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