El Cautivo ilumina la noche de Benalmádena
A las nueve de la noche se abrieron las puertas del recinto que alberga temporalmente a la cofradía benalmadense a las que se ya agolpaban numerosos fieles, para tras los toques de honor de la primera levantá por parte del alcalde del municipio, Víctor Navas, que arengó a los hombres de trono a llevar con orgullo y elegancia “una de las procesiones más bellas de la provincia” y por el recuerdo de los hermanos cofrades fallecidos en este año y por la accidental perdida del bombero del municipio, Pedro Serrano, cuyo sepelio se celebró en las horas previas, mostrarse ya en la calle con una larga mecida a los fieles.
Una saeta interpretada desde un balcón, rasgo la noche a la que se asomó una la luna llena que quiso ser testigo del testimonio de fe de los cientos de fieles que no dejaron de acompañar el lento y elegante transitar de los titulares de la cofradía, que portaban casi un centenar de hombres de tronos por las calles del casco antiguo de Benalmádena.
El cortejo, presidido por el acalde de Benalmádena, Víctor Navas, el Hermano Mayor de la cofradía, José M. Lavado, y el pregonero de este año, Juan Cabello, ha contado con representación de autoridades civiles y asociativas del municipios, así como de la camarera honorífica de la Virgen de la Esperanza, la artista Betty Missiego.
Los estrenos de este año por parte de la cofradía han sido más modesto, el faldón de trono de la Virgen de la Esperanza, obra de su camarera María Ruiz, ya que se encuentran inmersos en un proyecto de gran calado, la construcción de su Casa Hermandad, que se iniciará después del próximo verano y que está situada en Los Nadales, junto al actual recinto ferial. El trono de Jesús Cautivo presentaba un adorno floral de manto de claveles rojos con escolta de piñas de iris y la Virgen de la Esperanza lucía un frontal de delicadas rosas moradas mientras que en sus laterales lucía conjuntos florales compuestos por margaritas, antirrino y rosas color champán.
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