Leo las noticias con bastante retraso, y entre ellas conozco que cierra El Faro de Málaga. En el seno de una profunda e inevitable tristeza me han venido a la mente tantos bellos momentos y tantas amistades, algunas con personas que ya no están con nosotros, que necesitaba escribir estas breves líneas para agradecer a Javier, a José Manuel y a Juan estas bellas experiencias compartidas. Sin contar con el hecho de que el cierre de un periódico no es una buena noticia para la sociedad democrática y la información, claro está. Pero me vienen recuerdos personales en este momento, disculpen el enfoque.
Cuando empezamos a escribir en Diariolatorre. Cuando Alhaurín de la Torre ya nunca fue otro municipio más de Málaga para mí. Cuando nos reuníamos con tal o cual motivo y el día era una jornada inolvidable. ¡Tantas vivencias…!
Contáis con todo mi cariño, amigos, y siempre estaré disponible para lo que necesitéis. Siento tener que escuchar en mi cabeza eso que ponen en el Metro, cuando uno se acerca a la cabecera de línea (capolinea, le llaman en italiano, en palabra que me encanta): “Fin del trayecto. Desalojen el vagón”. Mis mejores deseos para todo lo que emprendáis, queridos amigos.
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