Los medios han dado información abundante de la visita de Yolanda Díaz a ver al prófugo y conseguir su aquiescencia para una potencial investidura de Sánchez quien, por conseguir sus objetivos, no duda en dejar en evidencia a la justicia española, ofrecer lo imposible y traicionar todo lo traicionable. Nada importa, mantenerse en la Moncloa es lo único que interesa y ante eso cualquier precio vale.
El electorado español ha dejado el panorama político, endiablado que quizá podría enderezarse con ¿Nuevas elecciones? Aunque posible no parece que Sánchez y su Franquestein desaprovechen la ocasión.
En ese caso ¿Qué le espera a España? Lo de la legislatura pasada pero a peor con los separatistas crecidos queriendo cobrar todos.
¿Cómo resolver esto? Complicado, y salvo un milagro que podía ser si falla la investidura de Feijoo, tener un resquicio que permita al Rey proponer al Parlamento su disolución y nuevas elecciones y que Dios reparta suerte, como en los toros.
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