Publicidad

El Copo. 23-F: Peligrosa fecha para España


El 23-F ha venido para quedarse y conformar una de las fechas más peligrosas para la convivencia política en España.

Este de hoy ha sido sibilino, propio de la actual política que, carente de escrúpulos, se ha llevado por delante -políticamente hablando- a un joven presidente del Partido Popular, Pablo Casado, que por unas manifestaciones incorrectas dieron paso a una serie de reuniones y contubernios hasta llegar a pedir, irónicamente, su cuello al pie de la guillotina para que esta hiciera el resto.

La génesis de este 23-F la he vivido y analizado desde mi perspectiva de observador, o sea, con total frialdad. Supe desde aquella entrevista radiofónica con Carlos Herrera que el joven Pablo tenía los días políticos contados personalmente; lo que nunca llegué a alcanzar fue que la bolita de sauco iba a introducirse en la ranura correspondiente al número 23.

En fin, este 23-F tiene remedio; el “salvador” bajará de Galicia para poner orden en las desordenadas filas del PP.

El otro 23-F, el de 1981, lo viví de protagonista entre metralletas, tricornios y algún que otro disparo a la bóveda del Congreso de los Diputados.

Pues claro que tuve miedo, no me sonrojo al reconocerlo, pero duró lo que duró y es que uno, se crea o no, llega a acostumbrarse a tener la muerte en la mano izquierda y la vida en la derecha; y si no fuese creído les juro que cada día que pasa en la actualidad, con mis 86 años a las espaldas, es un deseo de morir el que vivo, deseo que queda solapado con un rato de buena lectura o el placer de una buena conversación.

Pablo Casado, y es lo bueno que le queda, tiene mucha vida por delante; pero como esté chingado por la política no vivirá plenamente la vida.

 

 

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.