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El ramo de gloxinias


Un mensaje de justicia y reparación. Merecedor de albricias. Llevó la carta en mano y, como compensación, le entregaron un ramo espléndido de gloxíneas o gloxinias.

Cuando Ignacio, el mensajero, salió de la finca, estrelló las flores contra la valla y las pisoteó con rabia:

—¡Un ramo de flores! Habrase visto, como si les costara algo conseguirlas en su gran jardín. ¡Que se las coman o se las metan por donde le quepan!

Lo receptores, cuando vieron los restos de sus gloxinias, se consolaron pensando que "no se hizo la miel para la boca del asno".

"Después de la prisa que me di para llevarles la buena noticia, no se les ocurre otra que darme un ramo de gloxinias que acababan de recoger del jardín".

—¡Un ramo de gloxinias! —exclamó Rosita al escuchar a su pareja—. ¿Me lo darás, verdad? ¡Me encantan esas flores!

 

Antonio García Velasco

https://agvelasco.blogspot.com/

www.agvelasco.es

 

 

 

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