Publicidad

El Lengüilargo


Tenía la lengua larga en el doble sentido: el anatómico y el que corresponde a deslenguado. Lengüilargo, pues, le venía como apropiada denominación.

De la mujer del barbero comenzó a rumorear que el bebé que esperaba era de don Genaro, el cura, pues, Joaquín, el peluquero tenía una vena de más allá que de acá.

—¿Y eso que quiere decir, Lengüilargo?

—Lo dicho. Un día vi salir a don Genaro de casa de Filo, mientras Joaquín estaba en su barbería. Más de una vez lo he visto rondando la calle y entrando en esa casa. ¿Y no os habéis dado cuenta de que Joaquinito habla, pela y barbea con demasiada delicadeza? Vamos que si no es marica, poco le falta.

—Te pasas de la raya, Lengüilargo. Con las púas que suelta tu boca tendríamos para alambrar la plaza.

—¿Y para que queremos una plaza alambrada? Lo que tenemos que hacer es aclarar las cosas y si el cura es un indeseable y Joaquín un mariquita, echarlos del pueblo. Sin contemplaciones.

—¡Deslenguado!

Un deslenguado de la peor calaña resultó el murmurador: Genaro era hermano de Filo, la mujer de Joaquín y éste no solo tenía preñada a su señora sino también a media docena de muchachas casaderas, del pueblo, de pueblos colindantes o de los cortijos próximos. Su delicada palabrería, sus modales delicados resultaban siempre irresistibles para las mujeres y él era un mujeriego.

 

 

Antonio García Velasco

https://agvelasco.blogspot.com/

www.agvelasco.es

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.