Publicidad

Luchemos por alcanzar la meta deseada


Caminar es el arte de mirar el horizonte. Quien no lo mira, no camina, permanece anclado siempre en el mismo lugar, es decir, no evoluciona. Pensemos adónde queremos ir, pero también debemos soportar el cansancio del camino. Un camino largo y tortuoso, sombrío e inmutable, pero continuemos caminando, no nos detengamos.

            En el arte de caminar lo que importa no es caer, sino no quedarse caídos. Levantémonos pronto, inmediatamente, y seguir andando. Esto se logra trabajando todos los días. Esto es caminar humanamente. Jamás caminemos solos, porque es malo y aburrido. Marchemos bien acompañados, con las personas que nos quieren: esto nos ayuda a llegar precisamente a la meta que ansiamos alcanzar. Para ello, tenemos que luchar, con tesón, con todo aquello que nos impida seguir caminando.

            Debemos ser pobres en el corazón; no confiar en las propias capacidades, sino en el poder del amor; no actuemos para ser importantes antes los ojos del mundo; seamos sencillos y humildes y solidarios. Cuando vivimos así, podemos transformar lo que es pequeño y modesto en una realidad que fermenta toda la masa del mundo y de la historia.

            Nunca seamos prepotentes, ni hipócritas, ni belicosos porque, si algunos de nosotros tuviéramos algunas de estas desgracias, seremos villanos destructores, aduladores. Luchemos por implantar el amor en las personas y en nosotros mismos. En estos combates, no debemos tener miedo, ya que si lo tuviéramos no podríamos llevar vida a la humanidad y la nuestra será un museo vacío.

            Vivamos siempre con amor. Solo así podemos lograr que este fructifique en el corazón, lleno de paz y de gozo, de fraternidad y de fortaleza, de nuestros hermanos acosados por sierpes venenosas, que los abisman al egoísmo, a la desesperanza, al dolor.

            Los pensamientos humanos están, a menudo, marcados por ambiciones e intereses personales, que levantan muros y alambradas y construyen fosos para los peregrinos que marchan hacia la meta ansiada, hacia el amor. Amor es inspiración, a veces hasta sufrimiento, todos queremos vivirlo, la mayoría lo ha sentido alguna vez. El amor también es espiritual. Este es la base de la vida. Tal amor no es un amor corriente. Es amor desde el corazón, amor verdadero, amor altruista, amor real. El amor espiritual es un fuerte vínculo. El amor hace fácil lo difícil, nos libera del trabajo duro. Decía Mahatma Gandhi que “donde hay amor hay vida”. Esta es sin duda, una de las definiciones más sencillas, pero realistas sobre esta dimensión maravillosa, a la vez que misteriosa.

 

 

 

Comentarios
    No hay comentarios
Añadir comentario
- campo obligatorio (*)

Normas de uso
  • Esta es la opinión de los internautas, no de El Faro de Málaga
  • No está permitido verter comentarios contrarios a las leyes españolas o injuriantes.
  • Reservado el derecho a eliminar los comentarios que consideremos fuera de tema.