Y llegó Tezanos y nos deslumbró con su CIS. El hombre tiene que ganarse el sueldo y no entiende de pandemias, de manera que envió a sus hombres con DDT y lejía de la buena más alguna mascarilla, para darnos los datos de lo que piensa el confinado gentío.
Una lumbrera, vamos, ya que lo primero que preguntó al personal qué era lo que más le preocupaba en estos momentos, casi al unísono el pueblo contestó: pues el “bicho”, y he dicho casi porque si yo hubiese sido interrogado mi contestación era clarísima: “usted, señor Tezanos”.
El hombre, veterano en mil batallas, ha llegado a la conclusión que la llamada izquierda y la izquierda real volverían a vencer en unas próximas elecciones con la ayuda de filoetarras, el hombre de Teruel, el gallego del Bloque, los adinerados del PNV, la “banda” de Rufián y algún sacamantecas más.
Lo que más ha llamado mi atención ha sido la sexta pregunta que se ha hecho al vecindario, a saber: “¿Cree usted que en estos momentos habría que prohibir la difusión de bulos e informaciones engañosas y poco fundamentadas por las redes y medios de comunicación social, remitiendo toda la información sobre la pandemia a fuentes oficiales, o cree que hay que mantener la libertad total para la difusión de noticias e informaciones?”
¿Es un primer guiño a machacar la libertad de expresión?, no sé qué contestarme, pero me huele a chamusquina.
Nos salva por ahora que cerca del 70% de los “sin mascarillas” -cansados de la vergonzante pasarela de ministros, ministras, vices y gran jefe sioux- han optado por querer libertad de expresión.
Uf, respiro algo aliviado.
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