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Cuaderno de bitácora días 6 y 7 de marzo. Psicoanálisis, sexualidad, miedo a la enfermedad, poesía, sueños...


El día se abría en abanico tras los primeros rayos de sol, a través de un campo científico que siembra con inquebrantable deseo, constancia y crecimiento la Psicoanalista de Grupo Cero Helena Trujillo. Soldado del Psicoanálisis y la Poesía, con un currículum que habla del despliegue de una sexualidad sublimada al amor social, a la ciencia, la cultura, que crece a la par de sus pasos, y una energía libidinal que explosiona y se extiende con generosidad por las arterias del mundo. Esta vez llega a Málaga en un despliegue de conferencias y un recital de poesía con integrantes del taller de Poesía Grupo Cero, del cual ella hizo un trabajo para que germinaran semillas en su tierra natal. El director de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis marca el camino del trabajo y el estallido de la sexualidad para generar con la palabra cambios en las estructuras ideológicas que nos permitan vivir en el camino de la felicidad.

En la sala de Grados de la facultad de Psicología, que a pesar de ser una jornada de huelga en la reivindicación de los derechos de los trabajadores en el que hubo dificultades para acceder, las puertas del deseo humano estaban abiertas. Y se notó. Lleno total. Una sala abarrotada de personas hambrientas de saber, de encontrar respuestas a procesos madurativos y de cómo se despliega la sexualidad en el ser humano gracias a la lectura e interpretación de la ciencia del Psicoanálisis. Todos y todas sabemos sin creer que sabemos, de forma inconsciente, que la sexualidad tiene que ver con cómo se despliega la palabra en un cuerpo pulsional. Fases infantiles, disposición actual de cómo gozo, fijaciones, posibilidad humana de un despliegue de la energía libidinal, sexual, inconmensurable, separarnos de la experiencia sensible, de los gustos, de las opiniones, para enseñar a manejarnos en unos significantes que la ciencia produce con un estallido que transforma la realidad, la realidad del Inconsciente. Dejar de reprimir aquello que viene del inconsciente, derribar muros para permitirnos desplegar nuestra sexualidad, nuestra energía, que en la sala se respiraba, palpitaba como sexo abierto al conocimiento. En sus palabras: algo se opone y se resiste a esa sexualidad, esa fuerza de la que puede disponer el ser humano, una capacidad e inteligencia de la cual no sabemos, que son infinitas y que en muchas ocasiones, se pone a disposición de la enfermedad.

“Como si siguiésemos deseando y temiendo en la sexualidad adulta lo que fue en una sexualidad infantil prohibido e imposible”, indicaba Helena Trujillo, y preguntas, despliegue de opiniones, pensamientos, que se topaban con la realidad de la ética del deseo, y que la psicoanalista de Grupo Cero encauzaba, y hacía implicarse a cada uno en su realidad psíquica.

El sexo, el sexo,

humana cosa

que cada tanto aflora

y grita enloquecido

de ciega libertad

y se abalanza y toca

y en todo lo que toca

delirio y fuego

danzan ese compás.

Que viene, te desborda,

te ata, te hace volar,

que ningún amor podrá

con esa piel desatada

a la que sólo interesa

ser tu amante y tu patrón

 

Estos versos de Miguel Oscar Menassa abrochaban y desabrochaban, por su boca, un encuentro sexual a través de la palabra.

En la tarde, en plena actualidad, nos convocaba la conferencia de Psicoanálisis el miedo a enfermar. Un encuentro donde nos dejó patentes que hay sujeto psíquico en la enfermedad, tiene que haber un trabajo para enfermarse y cómo el miedo hace efectos de inhibición del sistema inmune. Señalaba la Psicoanalista que hay una utilización política del síntoma, en el sentido de que el psicoanálisis lee a partir de la acción el uso que uno hace de la enfermedad,de sus síntomas. Nos tenemos que alejar de la capa superficial de la conciencia, que encubre una verdad del sujeto, la inconsciente,que tiene tal fuerza que programa los éxitos y fracasos. Cuando no se deja que el deseo se exprese, se expresa en forma de síntomas. Las verdades se iban produciendo en la sala Citi, en la plaza de la Marina, donde las preguntas hacían del mar para el timón del Psicoanálisis en boca de Helena Trujillo.

Y el broche final se realiza en el corazón del centro de Málaga, en el Museo Revello de Toro, un lugar de patio bravío que contaba con los integrantes del taller de Poesía Grupo Cero de Málaga y la voz de la también Psicoanalista, poeta y cantante entre otras muchas funciones, Clemence Loonis, que puso en su voz un encuentro con los titanes del deseo que volaban tras la enredaderas del sonido y los versos del poeta, Psicoanalista, pintor, escritor, cineasta,cantor y entre otras cosas,director de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero,Miguel Oscar Menassa. El patio estaba lleno de personas que acudían al encuentro con la elevación de las palabras: “volad,versos míos, id contra todo”y contra todo se fue: contra la fuerza de la gravedad, que permitió volar a través de los versos, a mundos donde el deseo lo atravesaba todo. Bailamos a ritmo de palabra,con la puntuación de un vuelo regido por la fuerza de los poetas que no nos permiten que la vida nos pase por delante sin haber amado, producido un verso y caminar, juntos, acompasados, en la función social.

“Busco una palabra plena para el corazón de la bestia feroz.

Ajada cruz, sobre los hombros del que no se anima a vivir. “

Y animados, llenos de agradecimiento por este nuevo encuentro, partimos atravesando el anochecer, con otro cuerpo,que nos instaló en el deseo de vivir.

Al día siguiente se convocó un taller gratuito de la Interpretación de los sueños, donde la mañana se vio atravesada por la ciencia, para hacer de las nubes del pensamiento consciente, fuerzas de deseos atravesados por lo inconsciente. Un taller que abrió otra realidad que la que nos muestran los sentidos. Nuevas ideas que articulan y descentran una verdad pobre, limitada a la experiencia sensible. Se rasgó en Málaga un velo donde asomarse a la próxima parada del destino: seguir trabajando para sumar y mostrar la generosidad de lo que otros, algún día, también hicieron algo por cada uno para que la cadena del deseo permanezca y el amor hacia los otros prevalezca, dar lo que no se tiene a quien no es.

Gracias a Helena Trujillo y a Clemence Loonis, por atravesar las tierras malagueñas con el deseo, el trabajo y la ciencia. En especial a Miguel Oscar Menassa, director de la Escuela de Poesía y Psicoanálisis Grupo Cero por producir el movimiento científico cultural más importante de los últimos tiempos y ser ese gran maestro. Viva Grupo Cero.

Hasta pronto.

 

Laura López

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