Viví de cerca los “tiempos del plomo”, aquellos años en que Las Cortes, con el apoyo de una gran mayoría ciudadana, se regaló el “candado del 78”: la Constitución.
Algunos de aquellos que rociaban ese plomo en las nucas o hacían saltar trozos de españoles por los aires están saliendo actualmente de cárceles después de cumplir su condena.
Son recibidos en sus pueblos de origen con homenajes a la muerte.
Los alcaldes lo organizan, las antorchas lo acompañan, una gran mayoría de vecinos aplaude, el gobierno de nación lo permite y la Justicia encoge sus hombros.
Nuestro silencio los acompaña.
Normas de uso