Soy muy aficionado al teatro, me gusta ver entre otras las obras clásicas que son el motivo de grandes festivales en España.
He asistido a lo largo de varios años al de Mérida, Almagro y Alcántara que han puesto en escena las obras de los clásicos..
Estas obras se representan de acuerdo con la adaptación que ha realizado el guionista, he visto representaciones curiosas aderezadas con la visión de este personaje y se aleja con frecuencia de lo que nos quería transmitir el autor de la obra.
Estoy seguro que si hubiera vivido dicho autor probablemente se habría opuesto al guión presentado.
El año pasado en Almagro en una de las obras ya vimos como se introdujo sutilmente la nueva ideología actualmente vigente, pero lo que presenciamos posteriormente en Mérida supero todo lo previsto, la obra representada era “Ben Hur”, los que vimos en su día la gran película protagonizada por Charlton Heston y Stephen Boyd quedamos sorprendidos.
Ya hable de esta representación el año pasado, resultó bochornosa, no voy a entrar nuevamente en el detalle para no hacerle propaganda, estoy convencido que el autor de la novela, si estuviera vivo, habría expresado su más absoluto rechazo y se hubiera opuesto a su representación.
La tentación de los poderosos, entre ellos los políticos, tratan de imponernos su ideología y forma de pensar, a este trabajo se prestan guionistas que fruto de la ingeniería social transforman la obra e introducen las ideas que quieren transmitirnos.
Ya se hace en otros géneros, las películas, las series de televisión, las obras nuevas de teatro o las antiguas que adaptan, en todas ellas está presente de alguna forma los nuevos valores que nos quieren transmitir, esto no es nuevo se ha hecho siempre por el poder y nunca ha faltado la tentación de ir al pensamiento único.
Lo grave, en el caso de los clásicos, es que se aprovechan de la fuerza de atracción que tienen sus obras para presentarnos otra cosa y esto a mi me parece un fraude..
Este año, si no pasa nada, pensamos ir con algunos amigos al Festival de Almagro, pero hemos tenido que leernos concienzudamente el programa con las reseñas de lo que se quiere representar y elegir determinadas obras para que no ocurra lo que dice el viejo refrán: que “nos den gato por liebre”.
Las ideologías a lo largo de la historia han ido apareciendo y desapareciendo, unas han durado más, otras menos, los medios influyen en un determinado sector de la población, pero no penetran afortunadamente en todos los sectores, pues hay gente que tiene una determinada forma de pensar que no coincide con el pensamiento vigente y no pasa nada pues en una sociedad democrática hay que aceptar a los que piensan diferente mientras no transgredan las leyes y las normas que nos hemos dado.
Hay que respetar las obras de los clásicos y lo que nos quieren transmitir, es probable que lo que se describe sea diferente de lo que hoy se lleva, de lo “políticamente correcto”, pero hay que conservar sus obras tal como las escribieron, pues en caso contrario están engañando a los que asisten a su representación, al fin y al cabo sus obras y su pensamiento forman parte de la historia.
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