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La buena noticia. Fotos


    El bellísimo pueblo de Totalán, sito a un tiro de piedra de mis lares veraniegos, se ha visto agobiado por los medios de comunicación, motivados por la desgraciada circunstancia de la caída al pozo de ese niño del Palo.

    Los acontecimientos trágicos o luctuosos se convierten en un foco de atención de los telediarios, informativos y tertulias radiofónicas o televisivas. Aunque en mi opinión se pasan a veces. La audiencia manda; un país, en el que los periódicos más leídos cuando aun no existía la televisión eran El Caso y el Marca, a la llegada de la misma, sus fuentes de información han evolucionado de la prensa escrita a la pequeña pantalla. Hoy en día mandan los programas con polémicas judiciales o con análisis de las catástrofes por un lado, o en la búsqueda de conflictos y controversias en lo referente al futbol, por el otro. Ambos con un seguimiento e inmediatez inusitados.

    Estos programas han hecho proliferar la aparición de “expertos” a veces reales y otras veces menos cualificados. Políticos e “individuos mediáticos” se presentan y buscan la forma de obtener la foto o el reportaje que les permita permanecer en la “pomada”. Familiares de víctimas de anteriores tragedias, aprovechan estos momentos para recordar “lo suyo”. Al final, casi todos se estiran para salir en la foto.

   Los verdaderos héroes de estos momentos han sido los miembros de las fuerzas armadas, la guardia civil, los mineros, los trabajadores de obras públicas y los voluntarios, que han trabajando con denuedo mientras permanecían en el anonimato. Sin olvidar a esas empresas y particulares que han puesto todos sus medios de forma gratuita a disposición de los que los necesitaban hasta culminar con la entrega de los alimentos sobrantes en una entidad de acogida de ancianos.

   Desgraciadamente lo más doloroso del tema ha pasado. Pero ahora nos queda la sucesión de entrevistas, visitas a platós y búsqueda de situaciones que permitan seguir obteniendo audiencia. Les auguro un par de meses de machacar en el tema y sacar petróleo –haya o no haya- de la situación.

   ¡Como es posible sacar una buena noticia de esta desgraciada circunstancia! Pues sí. La hay. Esos cientos, si no miles, de pozos abandonados sin ningún tipo de seguridad en los campos españoles, de los que me consta que hay muchos de ellos en la Axarquía malagueña, van a ser clausurados definitivamente para evitar futuras desgracias como la que hemos vivido.

   Ya descansa en paz Julen y nos queda la tranquilidad de que se ha hecho lo posible y lo imposible. Ahora, renunciemos a los personalismos y las fotos. Ya está bien.

 

 

 

 

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