Históricamente las Federaciones de izquierdas en la Comunidad de Madrid, esencialmente la socialista, han sido pasto de la devastación por las intrigas y tejemanejes de sus integrantes; podríamos remontarnos a los tiempos de Pablo Castellano y Luis Llorente hasta los más cercanos de Tomás Gómez.
Podríamos comparar esas historietas de dagas con las “envenenadas” que están ocurriendo en “Podemos”, con la diferencia que en este último caso da la sensación que todo está ocurriendo cuando su líder, Pablo Iglesias, está ejerciendo su paternidad con sus mellizos al cien por cien.
Y es que la traición de Iñigo Errejón -no puede calificarse de otra manera- no tiene parangón con ninguna otra al aliarse con Carmena en la formación “Más Madrid” que excluye la integración de Podemos con sus siglas y sus millones de votantes.
Ayer mismo, otro peso pesado de “Podemos”, Ramón Espinar, deja su acta de parlamentario de la Comunidad de Madrid y por añadidura el acta de senador donde ejercía como portavoz de la formación morada.
Por otra parte, la señora alcaldesa, me refiero a Carmena, ha excluido la posibilidad de aquel que fuese cuasijefe de los Ejércitos de España, Julio Rodríguez, hoy inscrito de Podemos, forme parte de su candidatura a “Más Madrid” en su asalto a la alcaldía madrileña, con lo que ha dejado al laureado militar de recluta raso.
Crear un partido político y saber formar parte de él es harto difícil, lo sabemos algunas personas que militamos en ellos; es por ello que urge a los “inscritos” e “inscritas” en Podemos saber dialogar, razonar y ejercer como políticos, pues es penoso que las ilusiones de muchos se vayan al carajo por la ambición de unos pocos, entre ellos el máximo culpable: Errejón.
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