Hoy, día 15, seré ingresado en un hospital, para ser intervenido de una litrofragmentación por grave insuficiencia renal; así el cotarro, comprenderán ustedes que mi estado de ánimo, más aún sabiendo que Cataluña se puede llevar el 17% del total de los Presupuestos Generales del Estado, no es el más adecuado para ponerme a tirar cohetes.
Para qué engañar a ustedes y engañarme; me ocupa el segundo de los temas, pero me preocupa el primero pues eso de que me duerman y hurguen por semejantes lugares no es de mi agrado.
Todos mis amigos y amigas me dicen que eso no es nada, que la cosa no tiene puñetera importancia, que no me enteraré de nada y que en un máximo de veinticuatro horas estaré de nuevo en casa vivito y coleando; ojalá que sí.
Un ruego a mis amigos: los que sean creyentes que eleven sus preces al Misterio y los que no lo sean, también. Tal vez entre todos podamos ganar la batalla que me avecina.
De momento el que esto suscribe, un servidor de la verdad en que creo, la amistad, se va a lanzar a la calle en cuestión de quince minutos para buscar una andanada de churros y sumergirlos en un tazón de chocolate, acto que hace un montón de años que no efectúo.
Fuera de bromas -lo de los churros no lo es-, ando algo preocupado, es por ello que espero de vosotros, sin exclusión alguna, que penséis mañana un ratito en mí.
Entre todos podemos. Hasta el próximo día diecisiete.
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