Recibida la invitación para asistir a los actos preparados para celebrar el 40 aniversario de las Constitución que nos dimos los españoles organicé el viaje, la ropa y la vergüenza, pero una fuerte agudización de mis problemas de salud me impidió asistir a Madrid para encontrarme con aquellos, ya pocos, que entendimos la política como un acto de servicio a la Patria.
De manera que como pude suavicé mis dolores, me acomodé en el sagrado sillón mi dolorido cuerpo y me dispuse a aguantar lo que me echaran, y vaya si aguanté.
Unos, los que saben estar, puestos en pie, recibieron con aplausos bien doblados, a la familia de la última dinastía borbónica a cuyo frente, ya bastante marchito, se encontraba el Rey emérito Juan Carlos I al que ese mismo día se le había presentado una querella por parte de A. Garzón e Izquierda Unida como acusación popular; en iguales condiciones se presentó en el hemiciclo SM Felipe VI al que tampoco aplaudieron los “podemitas” a pesar de ir ligeros de ropa.
Faltaron a la cita los Urkullu, Torra, Uxue Barcos, Baldoví y la jefa de Baleares por miedo a una fatal contaminación.
Por la acera que linda con el Congreso discurría una manifestación a favor de la III República que algunos quieren instaurar entre los cuales, que conste, un servidor no se encuentra.
Seguiremos escribiendo de temas serios.
Antonio J. Quesada
Espero que haya mejoría, sobre todo en estas fechas tan señaladas. Abrazos.
Manuel MONTES CLERIES
Enhorabuena Pepe, tu eres un superviviente.