Con la triple e igual interjección, eh, el ministro socialista Josep Borrell llamó la atención a un diputado de Esquerra Republicana por haberle lanzado, presuntamente, un escupitajo al paso de la desbandada y huida del hemiciclo sin que se haya constatado la verosimilitud del acto.
Hoy se pide la dimisión de Borrell y se le avisa con su misma interjección que dimita de su cargo ministerial por parte de Podemos -formación que parece haber roto su noviazgo con PSOE-, Partido Popular y, por parte de C´s, la petición de comparecencia en el Congreso para que explique después de conocerse la multa de 30.000 euros que le ha impuesto la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) por uso de información privilegiada en la venta de acciones de Abengoa, una vez que el Boletín Oficial del Estado haya hecho pública tal sanción.
“Eh, eh, eh, Josep”, debes ir a la sede del BOE, sede presidencial y segundo botón rojo del presidente Sánchez (el primero es el que activa la convocatoria de Elecciones Generales) para querellarte contra el maldito boletín, espeso libraco de varios autores en el que tú cuentas como coautor.
Se cuenta que Borrell ya había explicado el tema al señor Sánchez, pero este, su jefe superior inmediato, le había dicho que la cosa no tenía importancia alguna aunque esto viene de antiguo porque ya en 2003, Josep, tuvo que dimitir del cargo de Secretario General del PSOE por infracciones graves relacionadas con técnicos de Hacienda y cuestiones de patrimonio familiar.
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