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La historia se repite


             Siempre que se habla de los intentos de independencia de Cataluña nos fijamos en la II republica, sin embargo hay una declaración mucho más antigua cuyos resultados fueron malos para España y desastrosos para Cataluña.

        El reino de Aragón fue uno de los reinos más importantes durante el periodo de la reconquista, de hecho cuando el rey Fernando se casa con Isabel la Católica, España vuelve de nuevo a reunificarse una vez conquistada Granada y expulsados los musulmanes.

           Dicho reino tenía una gran extensión, formaban parte del mismo el Rosellón y la Cerdaña que actualmente pertenecen a  Francia.

        Estos condados pasan al reino de Aragón de la forma siguiente: obtiene el Rosellon a la muerte de Gerardo II de Rosellón, que muere sin hijos y se lo  deja a Alfonso II de Aragón de acuerdo con el consejo de sus súbditos.

        Algo semejante ocurre con la Cerdaña, el Conde de Cerdaña muere sin hijos y deja heredero a Arnaldo de Berenguer Conde de Barcelona, no hay que olvidar que Cataluña nunca fue un reino sino un condado perteneciente al reino de Aragón

           El fugado Puigdemont dijo en algún momento que tardaría mucho tiempo en volver a territorio español pero si volviera sería a territorio catalán, los nacionalistas con su permanente utopía llaman al Rosellón y la Cerdaña territorios catatanes del Norte y de hecho la Generalitat ha gastado dinero en estas regiones para difundir el catalán, parecen olvidar que sus habitantes se sienten muy a gusto perteneciendo a Francia.

      ¿Porqué estos condados pasaron a pertenecer a Francia? El responsable fue Pau Claris, era un político y eclesiástico catalán, fue Presidente de la Generalitat de Cataluña y proclamó la republica catalana, pero  solo duró seis días, desde el 17 al 23 de Enero de 1.641, pues inmediatamente después se pone bajo la protección de Luis XIII de Francia.

     Los sucesos que ocurrieron en esos años y que produjeron la primera proclamación de la republica tuvieron su origen en la guerra de los treinta años, Cataluña era una pieza fundamental en la guerra con Francia,  el virrey promulgo una movilización  de la nobleza catalana y sus vasallos para defender la frontera, pero los juristas catalanes señalaron que la nobleza, el clero y los ciudadanos estaban exentos de cumplirla, solo los campesinos estaban obligados a alojar y mantener a la tropa.

   Las tropas enviadas a Cataluña, los famosos tercios causaron problemas en los alojamientos facilitados, se produjeron saqueos a pesar de las protestas y quejas el Conde – duque de Olivares ordeno que estas tropas debían de permanecer en Cataluña, las quejas aumentaron por el coste de la financiación de la campaña militar y otros conflictos.

     Los conflictos continuaron y se produjo la detención de dos miembros del Consell y un diputado y se intentó procesar a Pâu Claris que era el presidente de la Generalitat, los jueces se pusieron de parte de esta y dio lugar al motín de los segadores, las autoridades de la Generalitat se inhibieron y se transformo en un “Corpus de Sangre” terminando con el asesinato del Virrey y catorce personas más, además del asalto a las casas de familias nobles distinguidas.

     Meses más tarde entraron los ejércitos franceses por el Norte y llegaron por el sur los ejércitos enviado por Felipe IV, estos fueron derrotados en la batalla de Montjüic, el resultado fue la proclamación de la Republica catalana y días después reconocieron al rey francés Luis XIII como nuevo Conde de Barcelona.

    Una de las consecuencias fue que por orden de los diputados y los consellers de la Generalitat se publico en edicto señalando que aquellos catalanes que siguieran siendo fieles a Felipe IV serian considerados traidores y enemigos de Cataluña y le serian confiscados sus bienes, esto lo que produjo es una Cataluña partida en dos, semejante a lo que ocurre actualmente.

    El resultado de esta situación fue peor, los nobles fueron incapaces de gestionar el territorio, todo acabó con un mayor descontento del pueblo y con la convicción de que estaban peor con Luis XIII que con Felipe IV.

   Esta situación finalizó cuando se firmo la Paz de los Pirineos entre Luis XIV de Francia y Felipe IV, sin embargo este último tuvo que ceder el Rosellon y la mitad de la Cerdaña que pertenecían al Condado de Cataluña como ya se había indicado.

   Vemos como las aventuras independentistas acaban causando un perjuicio para Cataluña, actualmente no se han perdido territorios pero si se han marchado más de cuatro mil empresas y han salido de más de treinta mil millones de euros en depósitos, además de causar la profunda fractura que hay en esta Comunidad.

   La historia cuando se olvida se repite, pero tenemos los políticos que tenemos, esperemos que la situación se reconduzca cuando los independentistas se convenzan que no va a ningún sitio con su utopía.

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